Naciones Unidas. AFP y EFE. El presidente de Siria, Bashar al-Asad, fue el protagonista el lunes del primer diálogo que sostuvieron los presidentes de Rusia, Vladimir Putin, y Estados Unidos, Barack Obama, sobre la crisis en ese país. Hasta allí la coincidencia.
Porque mientras el primero pidió ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el respaldo para el “gobierno legítimo” que encabeza al-Asad, Obama demandó “una transición” en el país árabe con “un nuevo líder y un gobierno inclusivo”.
Una posición que también respaldó el jefe de Estado francés, François Hollande, quien advirtió ante el mismo foro de que al-Asad no puede ser parte de la solución para un conflicto armado que ya dura más de cuatro años, ha cobrado alrededor de 250.000 muertes y ha forzado a 4 millones de personas a escapar al extranjero.
“No se puede hacer trabajar juntos a las víctimas y el verdugo” en Siria, según Hollande.
Los tres dirigentes fueron parte de quienes intervinieron el lunes en el inicio de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
“Estados Unidos está preparado para trabajar con cualquier país, incluyendo Rusia e Irán , para resolver el conflicto” en Siria, afirmó Obama, con lo que abrió la puerta para un diálogo con Putin, con quien se reunió después tras más de dos años de no hacerlo.
Esa mano tendida quizás aludió a la iniciativa de Rusia, Irán, Irak y Siria de establecer un centro de inteligencia conjunta, con sede en Bagdad, para combatir al Estado Islámico (EI).
Sin embargo, el gobernante de Estados Unidos denunció a los países que apoyan a “tiranos” como al-Asad, un dardo a Moscú y Teherán, los dos principales soportes del mandatario alauita.
Para Obama, no tiene sentido que “después de tanto derramamiento de sangre” se pretenda “volver al estatus quo en Siria” al recordar que al inicio del conflicto –en marzo del 2011– el régimen de al-Asad reprimió las “protestas pacíficas” de quienes reclaman cambios políticos.
La respuesta de Putin. El contragolpe de Putin no tardó en llegar.
Para el jefe del Kremlin, la comunidad internacional debe respaldar al “gobierno legítimo” de Siria. “ Creo que es un enorme error negarse a cooperar con el gobierno sirio y sus Fuerzas Armadas, que tan valientemente están luchando contra las organizaciones terroristas” en ese país.
En esta línea, pidió la creación de una “amplia coalición internacional” para combatir el terrorismo, que sería “parecida a aquella contra (Adolfo) Hitler en la Segunda Guerra Mundial.
En este frente, agregó Vladimir Putin, los países árabes “tendrían un papel clave”.
Frente al rechazo de Obama y Hollande a la continuidad de al-Asad en el poder, puntualizó que no les corresponde a estos dirigentes escoger quién debe gobernar en el país árabe. “ Ellos no son ciudadanos de Siria y no deberían involucrarse en escoger el liderazgo de otro país”, expresó durante una conferencia de prensa tras reunirse con Obama.
El presidente de Rusia no descartó ataques aéreos de su país contra rebeldes yihadistas en Siria, aunque indicó que no piensa enviar tropas de tierra.
“Pero si actuamos será solo respetando por completo las normas legales internacionales Reflexionamos sobre el modo de ayudar más al Ejército sirio”, puntualizó.
Irán, a su vez, coincidió con Rusia en el llamado a un “frente unido” contra el extremismo violento, e indicó estar listo para ayudar a “llevar democracia” a Siria y Yemen.
“Apoyamos la consolidación del poder a través del voto por encima de las armas”, manifestó el presidente iraní, Hasán Ruhaní, cuyo país es aliado del régimen sirio y respalda a los rebeldes chiitas hutíes en Yemen.
Ruhaní afirmó el domingo, en declaraciones a la cadena de televisión CNN, que “todo el mundo ha aceptado” la continuidad de al-Asad en el poder para luchar contra el Estado Islámico.