Caracas
Venezuela notificó oficialmente este viernes su decisión de retirarse de la Organización de Estados Americanos (OEA), en un proceso que se prolongará durante dos años, en el marco de graves disturbios en el país.
La representante interina de Venezuela ante la OEA, Carmen Luisa Velásquez, se reunió con el secretario general de la entidad en Washington, el uruguayo Luis Almagro, a quien le entregó la carta en la que el gobierno formalizó su denuncia del tratado constituyente del bloque continental.
El documento llevaba la firma del presidente venezolano, Nicolás Maduro, y comunicó "la indeclinable decisión de denunciar la Carta de la Organización de Estados Americanos", que data de 1948.
Con la presentación del documento, Venezuela "da inicio al retiro definitivo de esta organización", catalogándola como "instrumento infame al servicio de intereses hegemónicos imperiales".
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La diplomática indicó que la delegación venezolana ya no acudirá a las reuniones y eventos de la organización, lo que debe incluir los rutinarios Consejos Permanentes pero también la próxima Asamblea General en junio en México.
Pero hasta el 28 de abril del 2019 el país seguirá formalmente integrado a la OEA, siendo hasta entonces objeto de las decisiones que tomen los otros 33 países miembros.
En los próximos dos años, "Venezuela será parte del sistema pero iremos desentendiéndonos de ese sistema, iremos descomprometiéndonos", dijo simultáneamente, en Nueva York, el viceministro venezolano para América del Norte, Samuel Moncada.
Las tensiones entre Venezuela y la OEA, especialmente bajo la dirección de Almagro, se multiplicaron en los dos últimos años, pero la ruptura llegó después de que el miércoles la entidad aprobara una convocatoria de cancilleres para analizar la crisis política venezolana.
La reunión de consulta de cancilleres, con lugar y fecha aún por determinar, fue aprobada en una resolución por una mayoría de 19 países en el Consejo Permanente de la institución, a medida que arrecia la presión internacional sobre el gobierno de Maduro.
Almagro ha llamado a suspender a Venezuela del organismo, pero ese proceso requeriría el voto de 24 países.
La decisión a finales de marzo del máximo tribunal venezolano de arrogarse las atribuciones del Parlamento, único poder en manos de la oposición, –en dos dictámenes que luego fueron parcialmente revertidos– provocaron la condena internacional y una ola de protestas casi diarias contra Maduro.
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Un saldo de 28 muertos, decenas de heridos y más de 1.500 arrestos, en su mayoría temporales dejan las manifestaciones, que también son alimentadas por la profunda escasez de alimentos y medicinas.
Almagro, que califica al gobierno venezolano de "dictadura" y tachó los dictámenes de "autogolpe", escribió sobre el documento: "espero que la democracia sea la solución y no el retiro".
Ante los periodistas, Velásquez enmarcó la ocasión como una "nueva independencia para Venezuela".
"Somos el primer país que hemos dejado atrás la Doctrina Monroe", dijo, aludiendo a la tesis que con frecuencia sirvió de apoyo para más de un siglo de intervenciones estadounidenses en América Latina.
Pero la medida es recibida con preocupación por algunos países miembro.
Costa Rica instó este viernes a Caracas a reconsiderar una decisión que, según indicó la cancillería en un comunicado, "va en contra del espíritu con el que se fundó" la OEA.
La preocupación de la comunidad internacional por la violencia en las recientes manifestaciones es "legítima y bien intencionada", añadió el país centroamericano.
Para Estados Unidos, la salida de Venezuela acabaría con la "influencia constructiva" que considera puede tener la OEA sobre el gobierno de Maduro, que hasta ahora no ha cedido al pedido de los opositores de convocar elecciones generales y liberar a dirigentes presos.
Moncada desechó las presiones para que Venezuela cumpla con compromisos financieros que tendría pendientes con la OEA, que a finales del 2017 acumularán $10,5 millones por concepto de cuotas anuales.
"Nadie nos puede obligar a pagar. Dicen que tenemos una deuda. ¿Para que nos humillen? Lo siento, eso no va ocurrir", dijo.
Moncada recordó que su país "es fundador de la OEA", pero puntualizó que "llegó el momento en que tenemos que salirnos".
El documento que Caracas denunció subscribe principios para las relaciones entre los países como la soberanía, justicia, seguridad, respeto a los derechos humanos, y la "condición indispensable" de la democracia.
De concretarse la salida, Venezuela abandonaría la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH) y la Comisión Interamericana para el Control del Abuso de Drogas, entre otros.