Berlín. EFE. La canciller alemana, Ángela Merkel, criticada en su país y aislada en Europa, intentó este viernes lograr el apoyo de Turquía para reducir el flujo de migrantes, mientras nuevos naufragios enlutabas el mar Egeo.
Al menos 45 migrantes, entre ellos 20 niños, murieron este viernes en el mar Egeo, en tres naufragios entre las costas griegas y turcas. Así llegó a 139 el número de refugiados muertos este mes en el Mediterráneo.
En este contexto, Merkel se entrevistó el viernes en Berlín con el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, y sus principales ministros para intentar resolver la crisis de migrantes.
“El Gobierno turco hará todo lo posible para reducir el número de refugiados” que ingresan a la Unión Europea (UE), indicaron ambos países.
“El primer ministro hizo hincapié en el compromiso del Gobierno de Turquía de realizar todos los esfuerzos posibles para reducir sustancialmente el número de migrantes irregulares en un futuro cercano”, según el comunicado.
En contrapartida, Turquía podrá contar con el apoyo de Alemania para intentar facilitar el ingreso al espacio Schengen a los turcos que quieren visitar dicha zona.
“La canciller y el primer ministro subrayaron su compromiso para hacer progresar significativamente las negociaciones entre Turquía y la Unión Europea, con el objetivo de levantar la obligación de visado para los ciudadanos turcos en el espacio Schengen antes de octubre de 2016”, precisa el comunicado.
Turquía, país por el que pasan muchos candidatos al asilo en Europa, desempeña un papel central en la estrategia de Merkel para reducir este año el número de solicitantes de asilo que llegan a Alemania, y que alcanzaron en el 2015 la cifra récord de un millón.
Merkel sigue negándose a un cierre de fronteras o a poner límite a quienes acoge, y promete una solución internacional con mejor control de los flujos desde Turquía, y un reparto de migrantes mediante cuotas.
Pero esta solución suscita críticas de algunos de sus propios diputados, y la crisis con la rama bávara de su formación política empeora día a día. Si Merkel no obtiene una mejor cooperación de Ankara, la situación será políticamente peligrosa para ella, sobre todo ante las cruciales elecciones regionales de marzo.
La UE prometió a fines de noviembre 3.000 millones de dólares a Turquía a cambio de controlar mejor sus fronteras y luchar contra los traficantes de personas. Pero por un lado los gobiernos europeos no consiguen financiar esa promesa, y por el otro acusan a Turquía de no cumplir lo acordado.
El diario conservador ‘Die Welt’ constataba este viernes el aislamiento europeo de la canciller: “La Unión Europea tiene 28 miembros. La mayoría de estos están dispuestos a unirse para regular el número de refugiados mediante controles reforzados en las fronteras, pero Alemania se opone (...) ¿Acaso es antieuropea la posicion de la mayoría?”.
De momento, entre 2.000 y 3.000 refugiados siguen llegando cada día a las costas griegas.