Idomeni, Grecia. AFP. La decisión de Austria de limitar el tránsito de migrantes por su territorio empezó a repercutir negativamente en Grecia, que protestó, y disgustó también a Alemania, a tres días de una importante reunión de la Unión Europea (UE).
Desde el viernes, Austria restringe a 80 el número de demandas diarias de asilo en su territorio , y a 3.200 el número de migrantes en tránsito.
Dos días después, Macedonia cerró la entrada desde Grecia a los afganos , sin dar ninguna explicación oficial, de acuerdo con el Ministerio griego de Política Migratoria. Este lunes la medida seguía vigente.
Según una fuente policial, el ritmo de entrada de migrantes en Macedonia desde la ciudad griega fronteriza de Idomeni, abierta a sirios e iraquíes, “se ha ralentizado fuertemente”, por lo que más de 5.000 estaban bloqueados este lunes. Entre ellos había unos 500 o 600 afganos.
Mostrando pancartas con lemas como “Abran las fronteras” o “¿Por qué este racismo?”, los afganos bloqueados se manifestaban en la zona tapón.
“Cruzaremos, porque, si no, moriremos aquí”, dijo Mohamed Asif, afgano de 20 años.
Macedonia “redujo la entrada de afganos pues Serbia, Croacia y Eslovenia decidieron reducir su número”, indicó la Policía macedonia en un comunicado. Añadió que más de 600 afganos fueron enviados a Macedonia en los últimos días.
Serbia señaló a Croacia, y afirmó que se alinea con la actitud de sus vecinos balcánicos.
Una fuente policial croata desmintió que la prohibición tuviera como fin específico a los afganos, y afirmó que las deportaciones se hicieron pues no cumplían con los “criterios requeridos”.
“La gestión de la frontera se va a volver imposible si llegan más migrantes a Atenas”, manifestó Antonis Rigas, responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Idomeni.
Precisamente, 3.000 migrantes y refugiados llegaron este lunes de mañana al puerto de El Pireo, junto a Atenas, procedentes de las islas del Egeo oriental, su principal puerta de entrada en Europa.
Para evitar que se acumulen demasiados inmigrantes en el paso de Idomeni, las autoridades griegas han suspendido los trayectos en autocar hacia la frontera. Los que lleguen ahora serán pues repartidos entre los campamentos de Eleonas, cerca del centro de Atenas, y el de Schisto, en el oeste de la capital.
Más allá de estos arreglos temporales, el Gobierno griego, temeroso de verse desbordado por una acumulación de refugiados incapacitados a seguir la ruta de los Balcanes, ha emprendido gestiones diplomáticas ante las acciones “unilaterales” de sus vecinos, expresó el ministro Yannis Mouzalas.
“Si Austria cierra sus fronteras, habrá un efecto dominó” en la ruta migratoria de los Balcanes, por la que transitan decenas de miles personas, fundamentalmente sirios, iraquíes y afganos, predijo hace poco una fuente del gobierno griego.
Las críticas de Grecia a las medidas de Viena se suman a las del ministro alemán del Interior, Thomas de Maizière, quien el domingo las consideró como “una mala señal”.
“Esto no es así, algunos países creen que pueden resolver el problema endilgándole un peso suplementario a Alemania (...) dejando pasar y sin controlar” a los migrantes, lamentó De Maizière ante la cadena pública ARD.
Austria respondió este lunes a las críticas del comisario europeo de Migración, Dimitris Avramopoulos, quien en una carta al Gobierno de Viena dijo que el hecho de imponer cuotas era “claramente incompatible” con el derecho comunitario.
Viena invitó a los ministros del Interior de los países balcánicos a una reunión el miércoles, para coordinar “la gestión migratoria” antes de la reunión de ministros europeos del ramo el jueves.