Sofía
Bulgaria, un país miembro de la OTAN, anunció este martes haber prohibido el paso por su espacio aéreo a varios aviones rusos que la semana pasada se dirigían a Siria.
"Los aviones transportaban en teoría ayuda humanitaria pero teníamos información digna de confianza según la cual el cargamento declarado no era el que llevaban en realidad", dijo una vocero del ministerio búlgaro de Relaciones Exteriores, Betina Zhoteva.
La decisión fue tomada la semana pasada, añadió la vocera, que no dijo de cuántos aviones se trató.
Bulgaria actuó de forma independiente, sin presiones de socios de la OTAN, aseguró.
Esta decisión se produjo después de que el lunes se informara sobre un pedido hecho por Estados Unidos a Grecia de no autorizar el paso de aviones rusos que iban a Siria.
Un portavoz griego precisó este martes que Rusia había pedido sobrevolar el país hace 25 días. "El gobierno empezó a estudiar la demanda, pero mientras tanto Rusia decidió por iniciativa propia tomar otro itinerario", explicó el portavoz a la AFP.
"Si alguien, y en este caso nuestros socios griegos y búlgaros, tiene dudas, deberían explicarnos cuál es el problema", reaccionó el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Mijail Bogdanov, citado por la agencia de prensa rusa Interfax.
"Si estamos hablando de que tomaron medidas de tipo restrictivo o prohibitivas simplemente a petición de los estadounidenses, eso plantea entonces interrogantes", añadió el viceministro.
"El hecho de que los búlgaros hayan sido los primeros en responder (al pedido de Washington), es algo que llevarán en su consciencia", añadió Vladimir Djabarov, vicepresidente del comité para los Asuntos Extranjeros del Consejo de Federación ruso.
Djabarov afirmó a la agencia de prensa oficial TASS que Rusia solo transportaba a Siria "cargamento humanitario" y añadió que "no es rentable transportar armas por avión".
"Siempre explicamos de donde vienen y adonde van nuestros aviones, y cuál es su destino y su carga", aseguró por su parte Bogdanov.
Preocupación. La OTAN reafirmó por su parte su inquietud. El secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, se manifestó "preocupado ante las informaciones según las cuales Rusia podría haber desplegado personal militar y aviones en Siria".
Un apoyo material ruso al régimen de Bashara Al Assad provocaría una escalada del conflicto, indicó.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, había advertido a su homólogo ruso, Sergei Lavrov, mediante una llamada que su gobierno estaba "preocupado", pero éste replicó que Rusia nunca había ocultado que apoyaba militarmente a Damasco en su lucha contra los insurgentes.