Madrid
Ciudadanos no tiene todavía ningún parlamentario, pero esta formación liberal es ya la más celebrada de España: impulsada por su éxito en Cataluña, busca al centro para las legislativas, aunque tenga que negociar después con uno de los dos grandes partidos.
Una década después de su creación en Barcelona como partido regional, dio el salto este año a la política nacional haciendo campaña contra la corrupción y el independentismo.
Rodeado de candidatos jóvenes y telegénicos a su semejanza, Albert Rivera, de 35 años, propone a una España en busca de renovación un cambio razonable, en oposición al antiliberal Podemos.
LEA: Independentistas reinvindican vistoria en Cataluña, Madrid la cuestiona
En setiembre, Ciudadanos se convirtió en la primera fuerza de oposición ante los independentistas en Cataluña, muy por delante del conservador Partido Popular (PP) del jefe de gobierno Mariano Rajoy.
"Rivera encontró un hueco en Cataluña: 'yo les voy a decir a los nacionalistas lo que Rajoy y los socialistas no se atreven'", considera el analista político Antón Losada.
Todo un impulso para las elecciones legislativas del 20 de diciembre: según un sondeo de Metroscopia publicado este domingo, Ciudadanos obtiene 21,5% de intenciones de voto, pisando los talones al Partido Socialista (PSOE, 23,5%) y al PP (23,4%) que alternan en el poder desde hace 33 años, y muy por delante de Podemos (14,1%) nacido el año pasado.
"Su ventaja principal, obviamente, es que no trae una mochila de casos de corrupción", comenta Juan José Ferrándiz, responsable de Metroscopia.
Hijo de pequeños comerciantes barceloneses y licenciado en Derecho, Rivera era consejero jurídico de un banco antes de lanzarse a la política.
Experto en marketing, este campeón juvenil de natación posó desnudo para los primeros carteles del partido en el 2006 antes de saltar a Madrid como invitado habitual del canal de televisión ultraconservador Intereconomía.
Su electorado — al principio jóven, diplomado y urbano — se volvió más transversal. Los sondeos lo clasifican como de centro-derecha y fue apodado "el partido del Ibex-35", por el índice de la bolsa de Madrid, pero Ciudadanos rechaza esta etiqueta.
"No estamos en un eje clásico de izquierda-derecha, ahora aquí en España, en estas elecciones se produce otro eje diferente, los partidos antiguos y los partidos nuevos", dice su director de campaña, José Manuel Villegas.
Se acabaron los tiempos en que Ciudadanos se asociaba a la efímera plataforma euroescéptica Libertas, del multimillonario irlandés Declan Ganley, en las elecciones europeas del 2009. Hoy asegura que Europa debe cambiar por el centro. El partido tomó también la precaución de excluir a exmilitantes de ultraderecha.
Rivera "ha construido un discurso muy pensado para la clase media, de centro-derecha y de centro-izquierda, para los que quieren más mercado y menos impuestos, ofrece eso precisamente, combinado con cierto toque voy a ser progresista pero sin pasarme, dentro de un orden", resume Losada.
LEA: Españoles optan por un mayor reparto de poder
El joven político defiende así la legalización de la prostitución voluntaria y del consumo de hachís.
Atractivo. Para el diario conservador español ABC, Rivera ofrece un "bufete libre de propuestas" mientras Rajoy, de 60 años, y los suyos "se mantienen fijos en un menú del día" basado únicamente en la recuperación económica.
El predecesor de Rajoy en el Partido Popular (PP), José María Aznar, advirtió al partido que tras las elecciones en Cataluña, Ciudadanos tiene la "primacía" del centro-derecha. Con pocas posibilidades de conservar su mayoría absoluta, los conservadores necesitarán a Rivera para mantenerse en el poder.
Por su parte al líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, de 43 años, admite que tanto podría apoyarse en Ciudadanos como en Podemos para gobernar si se impone a Rajoy.
De momento, el PSOE ya necesita los votos de Ciudadanos para gobernar en la región de Andalucía, y el PP para hacerlo en la de Madrid.
Incluso el líder de Podemos, Pablo Iglesias, de 36 años, reconoció el sábado en una entrevista televisiva: "me he dando cuenta, tras conversar con él (Rivera), de que tenemos que ponernos de acuerdo en cosas, como reformar la ley electoral".
"De aquí a las elecciones generales, no vamos a estar hablando de a quién vamos a apoyar y a quién no", dice Villegas. Después, "si alguien está de acuerdo con nuestras propuestas de reformas, podemos pactar".