Simferópol. EFE. Crimea se prepara a marchas forzadas para el referendo, el día 16, sobre su reunificación con Rusia sin encontrar apenas resistencia de Ucrania, que en las últimas 24 horas perdió nuevas posiciones estratégicas ante las llamadas autodefensas de la rebelde autonomía perteneciente a Ucrania.
El Servicio de Guardafronteras de Ucrania (SGU) reconoció ayer que un centenar de soldados rusos y unos 50 miembros armados de las autodefensas hicieron retroceder a los efectivos ucranianos en el puesto fronterizo de Crimea para permitir la entrada de dos columnas de vehículos militares en territorio de la autonomía ucraniana.
Más de 30 camiones militares sin matrículas de identificación y un carro de transporte blindado entraron en territorio ucraniano desde la vecina Rusia a través de la frontera marítima en el estrecho de Kerch, al este de la península de Crimea, según el SGU.
Los guardafronteras ucranianos aseguraron que los vehículos militares llegaron al puerto de Kerch a bordo de navíos de guerra de la Flota rusa del mar Negro, acuartelada en Sebastopol, en el otro extremo de Crimea.
Armamento. En Simferópol, capital de la autonomía, un centenar de hombres armados con fusiles de asalto, que se identificaron como miembros de las autodefensas de Crimea, tomaron por la fuerza el comisariado militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
“Equipados con chalecos antibalas y transmisores de radio, han colocado tiradores con fusiles de asalto en las plantas (del edificio) y han dejado entrar en el territorio del comisariado tres autobuses con militares”, presuntamente rusos, explicó a una televisión local el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano, Vladislav Selezniov.
El SGU también denunció que tropas rusas asaltaron esta madrugada uno de sus puestos de vigilancia en Crimea y echaron a los guardafronteras a la calle.
“Los agresores irrumpieron en las casas donde viven los guardafronteras con sus familias, requisaron los teléfonos móviles al jefe del destacamento, a su esposa y a otros oficiales. Bajo amenazas con armas, obligaron a todo el mundo recoger sus pertenencias y a abandonar el lugar”, explicó el SGU.
Mientas hombres armados sin distintivos, identificados por Kiev como tropas rusas, se hacen con el control de los últimos reductos donde resisten los ucranianos, el Gobierno de Ucrania pidió ayer la participación de observadores internacionales en un referendo que calificó de ilegal.
El ministro interino de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andréi Deschitsa, manifestó en Kiev su esperanza de que la situación pueda ser resuelta de mutuo acuerdo y sin necesidad de más violencia.