Estambul
El Parlamento turco adoptó en primera lectura una reforma constitucional con el fin de ampliar los poderes del presidente Recep Tayyip Erdogan, decisión que la oposición tachó de nueva deriva autoritaria.
Adoptado el domingo por la noche en primera lectura con el apoyo del partido islamoconservador en el poder, AKP, y sus aliados, el texto se votará en segunda lectura a partir del miércoles y luego será sometido a referendo, a finales de marzo o principios de abril.
La nueva Constitución daría al presidente amplias prerrogativas y aboliría el puesto de primer ministro, teóricamente titular del Poder Ejecutivo en Turquía pero cada vez más marginado desde que Erdogan llegó a la presidencia, en 2014.
La supresión de este puesto, actualmente ocupado por Binali Yildirim, será una primicia desde que Mustafa Kemal Atatürk fundó la Turquía moderna en 1923.
Yildirim, ferviente partidario de la reforma que acabará eliminando su puesto, podría, según los medios turcos, ser nombrado vicepresidente en el nuevo sistema presidencial.
"Hemos podido llevar a buen puerto la primera ronda de la reforma constitucional sin la menor ausencia. Gracias a Dios, Turquía se dotará de un modo de gobierno más eficaz", se congratuló el viceprimer ministro, Numan Kurtulmus, en un tuit.
Sin embargo, si bien el partido gobernante considera la presidencialización del sistema como un ariete para la estabilidad, la oposición ve en ella una deriva autoritaria más de Erdogan, que concentrará un enorme poder.
"La reforma presidencial iniciada por el partido en el poder no es una buena noticia para Turquía. Podría crear problemas en el ámbito de la democracia, el Estado de derecho, la separación de poderes y la independencia de la justicia", afirmó Faruk Logoglu, ex número 2 del Partido Republicano del Pueblo (CHP), principal formación de la oposición.
Detalles de la reforma
La reforma, que afecta a 18 artículos de la Constitución, fue aprobada por más de 330 votos, es decir, una mayoría necesaria de tres quintos.
El AKP, que ocupa 317 escaños de los 550 del Parlamento, contó con el apoyo de la formación de derechas nacionalista MHP, cuarto partido de la cámara, con 40 diputados.
Los 18 artículos en cuestión se debatirán de nuevo uno por uno a través de una votación en segunda lectura.
La oposición denuncia una deriva autoritaria por parte de Erdogan, especialmente desde el golpe de Estado fallido del 15 de julio, y lo acusa de aprovecharse del estado de emergencia en vigor para acallar cualquier voz discordante.
Al término de la reforma constitucional, el presidente tendrá uno o varios vicepresidentes y el poder de nombrar o destituir a los ministros.
Las elecciones legislativas y presidenciales tendrán lugar al mismo tiempo. El proyecto fija los próximos comicios para el 3 de noviembre de 2019.
El mandato presidencial durará 5 años y el presidente solo podrá ejercer un máximo de dos legislaturas.
La Constitución actual, adoptada en 1982 tras el golpe de Estado militar de 1980, garantiza la independencia de la Justicia frente al Poder Ejecutivo.
Sin embargo, la reforma constitucional que se está estudiante permite que el presidente intervenga en el funcionamiento de la Justicia a través de ciertos nombramientos.
Erdogan ha acusado en el pasado a la Justicia de estar influenciada por los simpatizantes del predicador Fethullah Gülen, a quienes las autoridades consideran responsable de la intentona golpista de julio.