Berlín y otras procedencias. AFP y AP. Alemania recibirá poco más de 31.000 migrantes de un grupo de 120.000 que se hallan principalmente en Grecia, Italia y Hungría. También destinará 6.000 millones de euros para hacer frente a la oleada.
Francia acogerá a 24.000 y España, a casi 15.000 de aquellos.
La masiva llegada de personas al Viejo Continente , que huyen de conflictos en Oriente Medio y África, ha forzado a los líderes de la Unión Europea (UE) a adoptar medidas en un afán por ordenar la situación, al tiempo que algunos reconocen que la solución al problema no será fácil ni rápida.
“Lo que vivimos ahora es algo que nos seguirá ocupando los próximos años, nos cambiará, y queremos que el cambio sea positivo y pensamos que podemos lograrlo”, declaró la canciller alemana, Ángela Merkel.
En este mismo sentido se expresó el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para quien este “éxodo” podría continuar durante varios años, por lo que subrayó la importancia de “vivir con ella (la crisis), sin acusarse los unos a los otros”.
Mientras, el presidente de Francia, François Hollande, recalcó la urgencia de poner manos a la obra frente al desafío, en momentos en que la isla griega de Lesbos 15.000 migrantes se agolpaban en procura de continuar viaje a Europa central.
“Si no hay una política conjunta, vamos hacia el final de Schengen ”, advirtió, en referencia al espacio territorial de libre circulación que rige en Europa.
Desde comienzos de año, 366.402 personas han llegado a Europa a través del mar Mediterráneo, según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Otras 2.800 murieron o desaparecieron en su intento por lograr ese objetivo.
Reparto de migrantes. La Comisión Europea (CE), órgano ejecutivo, propondrá el miércoles, ante el Parlamento Europeo, repartir 120.000 personas en los dos próximos años. Esta propuesta se añade a la reinstalación de otros 40.000 migrantes anunciada en mayo, y que solo afectaba a los que estaban en Italia y Grecia.
De esos 120.000, Francia, Alemania y España recibirán a 71.305 solicitantes de asilo.
Sin embargo, la magnitud del problema es tal que Alemania espera recibir 800.000 solicitudes de asilo este año, cuatro veces más que el año pasado.
Este sistema de cuotas no gusta a todos los países europeos, en particular en el este. En este sentido, Víktor Orban, primer ministro de Hungría, consideró el lunes prematuro debatir sobre el plan mientras el flujo de migrantes no esté controlado.
En el caso de Alemania, la canciller Merkel dijo que su país se asegurará de que todos quienes necesitan protección la reciban, pero que los que no tienen posibilidades de recibir asilo tendrán que volver rápido a sus países.
“Alemania es un país que está dispuesto a acoger a personas, pero los emigrantes pueden ser recibidos en todos los países de la Unión Europea de forma que puedan encontrar refugio de la guerra civil y la persecución”.
El segundo de [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150907_0007]]Merkel[[END:INLINEREF]], Sigmar Gabriel, manifestó que la integración de los migrantes en la sociedad alemana requerirá hacer frente a los miedos de la población nativa.
“Lo digo abiertamente, habrá conflictos”, declaró el ministro de Economía a periodistas.
Añadió: “Hablar abiertamente del hecho de que hay gente preocupada, de que en el país hay miedo y de que podría haber conflictos, creo que nos ayudará a gestionar esto de forma realista y a enfrentar la realidad” .
En una reunión en Berlín a última del domingo, que se alargó hasta la madrugada del lunes, el Gobierno alemán acordó destinar 6.000 millones de euros ($6.600 millones) a ayudar a los cientos de miles de migrantes que están llegando al país.
Al mismo tiempo se acordó introducir medidas legales que faciliten la deportación de solicitantes de asilo de países considerados “Estados seguros” como Montenegro, Kósovo y Albania.
En el futuro, los solicitantes tendrán también menos ayudas en efectivo y más beneficios no monetarios.