París
El candidato conservador a las elecciones presidenciales francesas François Fillon anunció este miércoles su próxima inculpación judicial en un caso de empleos presuntamente ficticios de su esposa y dos de sus hijos, pero aseguró que seguirá en la carrera "hasta el final".
En un nuevo episodio de una campaña muy incierta, Fillon declaró que había sido convocado "el 15 de marzo por los jueces de instrucción para ser inculpado" y que respondería a la convocatoria aunque la denunció como una "asesinato político".
"No cederé, no me rendiré, no me retiraré, iré hasta al final", agregó inmediatamente el candidato de Los Republicanos (centroderecha) en una declaración en su sede central de campaña.
"No me asesinan solo a mí, también a las elecciones presidenciales", consideró Fillon, quien antes que estallase el escándalo en enero era favorito según los sondeos y se hundió ahora hasta el tercer sitio.
Su esposa, Penélope, también fue convocada ante la Justicia para una eventual imputación en el mismo caso.
Pérdida de apoyo. Estos anuncios suscitaron un descalabro entre quienes respaldan al candidato. El exministro Bruno Le Maire, quien apoyaba la campaña de Fillon desde hacía poco, anunció que le retiraba el apoyo. El partido de centro UDI también anunció que "suspendía" su participación en la campaña.
La primera vuelta de estas elecciones se celebrará el 23 de abril.
Fillon, de 62 años, debilitado por un escándalo que envenena su campaña, clamó su inocencia y denunció con virulencia las interferencias del calendario judicial con la campaña electoral.
"No reconozco los hechos, no desvié fondos públicos", insistió Fillon, al referirse al empleo supuestamente ficticio de su esposa como asesora parlamentaria.
"Desde el comienzo, no he sido tratado como un justiciable como los otros", se quejó el candidato.
"El Estado de derecho ha sido sistemáticamente violado" y la "presunción de inocencia desapareció completamente", denunció Fillon, qien a pesar de todo visitó La Feria de la Agricultura en París, etapa de propaganda obligatoria para cualquier candidato presidencial.
El presidente François Hollande criticó -por su parte- que se pusiera en duda a la magistratura. "Una candidatura a la elección presidencial no autoriza a tener sospechas del trabajo de policías y jueces", afirmó.
Los jueces "siguen su trabajo con total independencia" añadieron, por su parte, el primer presidente de la corte de apelaciones y el procurador general.
Durante la mañana, Fillon se entrevistó con varios de los principales dirigentes de su partido, Los Republicanos, y mantuvo una conversación telefónica con el expresidente Nicolás Sarkozy, de quien fue primer ministro.
Una manifestación de apoyo de sus simpatizantes está convocada este domingo.
Fillon, que llegó a ser gran favorito de las elecciones tras su triunfo en las primarias de la derecha y el centro celebradas en octubre del 2015, cayó estrepitosamente en los sondeos electorales tras las revelaciones del semanario satírico que salpican también a dos de sus hijos.
Cuando Le Canard Enchaîné reveló el caso de los empleos presuntamente ficticios de su mujer y dos de sus hijos como asistentes parlamentarios, Fillon había declarado que se retiraría de la campaña presidencial si era inculpado por la Justicia.
Sin embargo, hace dos semanas rompió ese compromiso diciendo que se sometería exclusivamente al "sufragio universal".
Según las últimas encuestas, Marine Le Pen, la candidata de extrema derecha, y Emmanuel Macron, exministro de Economía del presidente Hollande, disputarían la segunda vuelta de la elección presidencial prevista para el 7 de mayo.
La Justicia investiga los empleos de Penélope Fillon como asistente parlamentaria de Fillon y de su suplente durante 15 años, por los cuales cobro 680.380 euros netos, y de dos de sus hijos, Charles y Marie Fillon, entre el 2005 y el 2007.
También investiga otro supuesto trabajo ficticio de Penélope Fillon en una revista que pertenece a un empresario amigo de su marido.
Pero la Justicia también tiene la mirada puesta en Marine Le Pen por presuntos empleos ficticios en el Parlamento Europeo o violación de la legislación en la financiación de campañas electorales.
Marine Le Pen se negó a concurrir a declarar ante la Justicia invocando su inmunidad parlamentaria y aduciendo que el período electoral no ofrecía la "serenidad" necesaria a los tribunales.