Atenas AFP, AP Eslovenia, Croacia y Serbia fijaron cuotas de ingreso diarias de migrantes a sus territorios, lo que amenaza con dejar bloqueados en Grecia a miles de refugiados y con agravar las divisiones entre las naciones europeas.
Esos países balcánicos acordaron limitar a 580 por día el número de migrantes autorizados a transitar por sus respectivos territorios.
La medida se produce en respuesta a una decisión similar de Viena, que la semana pasada limitó a 80 el número de demandantes de asilo y a 3.200 el de personas que pueden cruzar su territorio por día.
Por su parte, el Gobierno de Grecia ordenó a las autoridades en las islas próximas a la costa turca que reduzcan el número de migrantes que embarcan en transbordadores hacia territorio continental, para poder habilitar más albergues temporales y hacer frente a la crisis provocada por las restricciones impuestas en los Balcanes.
Miles de personas duermen en exteriores, en parques y cerca de las autopistas en Grecia, ya que los centros existentes están al límite de su capacidad.
En Atenas, los migrantes participaron en protestas pacíficas al brevemente bloquear el tráfico del puerto principal del país en el cercano Piraeus, mientras que cientos salieron de un campamento temporal y se dirigían por tranvía y a pie para unirse a los otros en el puerto.
El ministro de la Marina Mercante, Theodoros Dritsas, dijo que dos terceras partes de los migrantes que llegan a Lesbos y otras islas griegas serían detenidos ahí hasta el domingo.
Agregó que tres transbordadores serían utilizados en las islas para ofrecer albergue temporal los próximos tres días.
Unas 2.000 personas –más de la mitad provenientes de Siria e Irak– llegan a la costa griega a diario a bordo de lanchas neumáticas o pequeños barcos que parten de la costa turca, pero el número de personas que cruzan al vecino Macedonia cayó radicalmente en la última semana, y solo se registraron 150 el jueves, según las cifras de la Policía griega.
Para la tarde del viernes, ni un solo migrante había cruzado a Macedonia mientras unas 4.500 personas esperaban en un campo fronterizo de un lugar cercano, de acuerdo con la policía griega.
En Serbia, la policía indicó que había sido notificado oficialmente por Croacia y Eslovenia que sólo 500 personas por día serían aceptados para cruzar la frontera hacia el norte.
Grecia culpa a Austria –otro país miembro de la zona de tránsito libre de Europa, Schengen– de volver a agudizar la crisis al imponer restricciones de tránsito la semana pasada.
Grecia retiró su embajador de Austria el jueves y rechazó la propuesta de visitar Atenas de la ministra del Interior de Austria, Johanna Mikl-Leitner, dijeron funcionarios del gobierno.
Atenas dijo que es incapaz de detener a los migrantes que cruzan sus fronteras marítimas, sin poner en peligro sus vidas.
Reclamo griego. “Las policías de Austria y Hungría convierten a Grecia en un enorme campo de refugiados”, dijo la viceministra de Educación, Sia Anagnostoipoulou, a la televisora estatal.
“¿Qué se supone que debemos hacer: permitir que la gente se ahogue en el mar Egeo?”, cuestionó. “En lugar de trazar un plan, Europa entierra la cabeza en la arena... Europa se desentiende”.
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, está preocupado por el creciente número de restricciones fronterizas que enfrentan los refugiados en los Balcanes, informó este viernes su portavoz.
Las regulaciones fronterizas en Austria, Eslovenia, Croacia, Serbia y Macedonia “no están en línea con la convención internacional sobre refugiados” de 1951, dijo el portavoz de Ban, Stephane Dujarric. Ban está “muy consciente de las presiones que sienten muchos países europeos” en esta crisis migratoria, añadió.
“Sin embargo, él llama a los países a mantener sus fronteras abiertas y a actuar con espíritu de responsabilidad compartida y solidaridad, incluso mediante la ampliación de las vías legales para el acceso al asilo”, indicó.
Unos 120.000 migrantes han llegado a Europa este año, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).