Liubliana
La ruta de los Balcanes quedó cerrada el miércoles luego de que Eslovenia decidiera no dejar pasar a más refugiados por su territorio, una medida que aumenta el riesgo de que estalle una crisis humanitaria en Grecia.
"La ruta (de los Balcanes) para la inmigración clandestina ya no existe", declaró el primer ministro esloveno Miro Cerar, luego de que su país comenzara a aplicar el miércoles restricciones fronterizas a los migrantes indocumentados.
Croacia, Serbia y Macedonia hicieron lo mismo.
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Ahora, salvo excepciones "humanitarias", solo podrán entrar a Eslovenia los refugiados que quieran solicitar el asilo en ese país, lo que representa una ínfima minoría entre las 850.000 personas que llegaron el año pasado a las islas griegas, que se han convertido en la puerta de entrada a Europa.
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Con este acuerdo, criticado por diversas organizaciones y algunos países europeos, Turquía aceptaría la readmisión en su territorio de todos los migrantes que lleguen ilegalmente a las costas griegas, incluidos los solicitantes de asilo sirios. A cambio, la UE se compromete a traer desde Turquía a un número de refugiados equivalente al de migrantes expulsados.
El gobierno austriaco aplaudió la decisión eslovena, que —dijo— desalentará a los migrantes.
"Se elimina el incentivo para que la gente busque llegar a Europa", estimó el ministro austriaco de Relaciones Exteriores, Sebastian Kurz.
Ningún migrante ha entrado a Macedonia desde el lunes, indicó el miércoles a la AFP una portavoz de la policía de ese país.
"Grecia está bajo presión", admitió el primer ministro esloveno Miro Cerar. "Hasta ahora no ha cumplido con sus compromisos, o apenas. Ahora, Grecia debe moverse, y vamos a ayudarle todos", señaló.
La Unión Europea ofreció la semana pasada 700 millones de euros de ayuda humanitaria a sus países miembros confrontados a la llegada masiva de migrantes, entre ellos Grecia.
Las autoridades griegas buscarán ahora "convencer a los refugiados bloqueados en su territorio que vayan temporalmente a centros de acogida", indicó a la AFP una fuente gubernamental.
"Los días de la inmigración irregular hacia Europa han terminado", dijo el presidente del Consejo europeo Donald Tusk, quien estima que ha habido importantes progresos.