Edimburgo. AFP. En Escocia importan los que están y votan, pero también los que no, en concreto esos héroes de la cultura escocesa como Adam Smith y David Hume cuyo nombre lo invocan independentistas y unionistas.
“¡Es un sinsentido que la tierra que produjo a Adam Smith sea incapaz de gestionar su propia economía!”, manifestó Álex Salmond, jefe del Gobierno escocés y lider independentista.
Smith (1723-1790), escocés de Kirkcaldy, autor de La riqueza de las naciones , está considerado el padre de la teoría económica moderna y es la figura más notoria de la Ilustración escocesa.
Edimburgo fue el centro de este movimiento intelectual del siglo XVIII, el más influyente e importante que dio Escocia y que floreció poco después de su integración, en 1707, en Reino Unido.
Smith, los filósofos Hume y John Mill, los escritores James Boswell (autor de La vida de Samuel Johnson ) y Robert Burns, poeta nacional, se reunían en lugares de nombre tan mundano como el Club de Póker.
La ciudad les ha dedicado estatuas y hay recorridos turísticos que prometen sumergir al visitante en “un periodo fascinante de la historia, lleno de excitación intelectual y logros artísticos”.
Una de las personalidades que más juego ha dado a independentistas y unionistas es Robert Burns , el poeta, por su doble faceta de recaudador de impuestos para la Corona y compositor de odas de exaltación nacional.
Robert Crawford, profesor de literatura en la Universidad escocesa de Saint Andrews, y uno de los estudiosos más importantes de Burns, dijo que no tiene dudas: el poeta hubiera votado a favor de la independencia.
“Varias de las canciones mejor conocidas de Burns celebran la independencia política de Escocia o lamentan su pérdida”, explicó Crawford, autor de un libro sobre la relación entre la literatura escocesa y la independencia.
“Como funcionario no podía expresar en voz alta esos sentimientos, hubiera corrido riesgos”, agregó.