Hombres armados tomaron este lunes nuevas posiciones alrededor de instalaciones militares en Crimea, en momentos en que Kiev afirmaba que fuerzas prorrusas rodeaban a todas las bases ucranianas en la península.
No obstante, según el Ministerio de Defensa ucraniano, Ucrania seguía controlando todas sus bases, ya que las tropas allí presentes se han negado a entregar el control a estos hombres armados.
Según el portavoz del ministerio de Defensa, Vladislav Seleznev, las fuerzas rusas habían lanzado un ultimátum, amenazando con un asalto si las tropas ucranianas no se rendían, lo cual fue desmentido por la flota de Rusia en el mar Negro.
Seleznev había recalcado anteriormente que no había habido violencia. "No ha habido disparos, salvo uno de advertencia al aire ayer en Belbek (cerca de Sebastopol) de los ucranianos", dijo.
Desliegue militar. La AFP vio en varios lugares de Crimea a hombres armados a los que se considera soldados rusos tomando o consolidando posiciones alrededor de instalaciones militares ucranianas. Estos hombres ataviados con uniformes sin distintivos también custodiaban otros puntos estratégicos de la península, como aeropuertos y edificios oficiales.
Estos soldados no identificados actúan al servicio de las autoridades prorrusas de Crimea, según el ministro ucraniano de Defensa.
Dentro de la base administrativa de Belbek, perteneciente a la brigada aérea táctica de Sebastopol, rodeada por militares a los que se considera rusos, el oficial Vladislav Kardash declaró su fidelidad a Ucrania.
"Somos ucranianos y hemos hecho un juramento. Es nuestro deber y nuestro trabajo", declaró.
"No conozco a nadie que se haya pasado para el otro lado. ¿Cómo vamos a rechazar a Ucrania ?", agregó.
No obstante, "no estamos preparados para enfrentar a las fuerzas especiales rusas", afirmó por su parte el capitán Andrei Machenko. "No se nos entrenó ni equipó para ello", añadió.
Afuera del recinto, una docena de esposas e hijos de los soldados formaron una pequeña cadena humana, esgrimiendo banderas ucranianas y un cartel que decía "no a la guerra".
"Estamos aquí para que no haya derramamiento de sangre", dijo Valentina Bandarenko, esposa de uno de los oficiales.
Por su parte, el comandante de la base militar ucraniana de Bajchisarai, 30 kilómetros al suroeste de la capital de Crimea, Simferopol -también rodeada por hombres armados, como pudo constatar la AFP- declaró a los periodistas que estaban afuera del recinto que estos hombres armados les habían ordenado que se rindieran y entregaran la instalación y su armamento.
"No podemos hacerlo, hemos prestado juramento a Ucrania ", afirmó. "No queremos dispararles a ellos y ellos no quieren dispararnos a nosotros, pero si empiezan a disparar, les replicaremos", agregó.
En Perevalne, 30 kilómetros al sureste de Simferopol, donde se encuentra una brigada de guardacostas, también rodeada por hombres armados, como pudo constatar al AFP, algunos residentes se congregaron frente a la base para expresar su apoyo a Moscú.
"Vine aquí a apoyar al ejército ruso", declaró Oleg, un residente. "Nos corresponde a nosotros decidir con quién queremos vivir: con Rusia, solos o con Ucrania, cuyo gobierno no reconocemos", agregó.
El ministerio ucraniano de Defensa había dicho previamente que Rusia ya había aumentado en 6.000 soldados su presencia militar en Crimea, una península rusófona del sur de Ucrania que alberga la flota rusa del Mar Negro.
Tras la destitución del presidente ucraniano Viktor Yanukovich, el parlamento de Crimea votó la celebración de un referéndum a fines de marzo para la obtención de una mayor autonomía para la península.
En un golpe duro para las autoridades proeuropeas de Kiev, el comandante en jefe de la marina de Ucrania , el almirante Denis Berezovski, nombrado hace apenas unos días, anunció el domingo su adhesión a las autoridades prorrusas de Crimea.