Ankara. AP. El líder de la oposición en Turquía advirtió el martes contra una cacería de brujas del gobierno después del fallido golpe de Estado, diciendo que esto ensombrecería la democracia a la que trataron de proteger aquellos que opusieron a la insurrección.
En entrevista con The Associated Press, Kemal Kilicdaroglu también dijo que Estados Unidos debe extraditar al musulmán al que Ankara acusa de estar detrás del fallido levantamiento del 15 de julio.
“Aquellos que son inocentes no deben ser arrojados al fuego con los que son culpables”, declaró Kilicdaroglu, líder del secular Partido Republicano del Pueblo, el principal de la oposición.
El gobierno turco ha detenido a más de 13.000 personas en el ejército, la judicatura y otras instituciones en una purga que inició tras el intento de golpe.
Los sancionados han sido acusados de tener lazos con el movimiento del clérigo Fethullah Gulen, que vive en Estados Unidos, aunque no quedan claros sus lazos con el levantamiento. Gulen niega estar involucrado.
Tan solo el martes, dos generales turcos que servían en Afganistán y un ex gobernador de Estambul fueron detenidos.
Los dos generales fueron arrestados en Dubái, mientras que el exgobernador, Husayin Avni Mutlu, que sirvió entre 2010 y 2014, fue detenido en Estambul, dijo un miembro del gabinete del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que habló bajo condición de anonimato.
En otra medida de control, policías y fiscales allanaron una academia naval con sede en Estambul. Al menos 110 empleados del Ministerio de Cultura y Turismo fueron suspendidos y se emitieron órdenes de aprensión a 29 abogados de la ciudad de Konya, en el centro del país, informó la agencia de noticias Anadolu.
También el martes la Policía detuvo a dos periodistas más, un día después de que el gobierno emitió órdenes de arresto para 42, muchos de los cuales habían trabajado para medios vinculados al clérigo Gulen.
Kilicdaroglu dijo que las autoridades deben actuar dentro del marco de la ley y perseguir solamente a aquellos vinculados al complot. “La detención de periodistas no es un hecho positivo” agregó el líder opositor.
“Si ellos tienen lazos directos con el golpe, eso es otra cosa. Pero la detención o arresto de un periodista por expresar opiniones o cubrir un tema, no es correcto”.
Kilicdaroglu manifestó su respaldo a los esfuerzos del gobierno para extraditar a Gulen. Agregó que se ha dicho que hay evidencia de que Gulen estuvo en el centro del intento de golpe de estado, y que en tal caso el clérigo debe regresar a Turquía.
La purga del Gobierno turco contra supuestos implicados en el fallido golpe militar ha despertado preocupación y críticas por parte de la comunidad internacional, que ve en riesgo la democracia del país eurasiático, sin que Ankara reaccione de momento a las advertencias del exterior.
La ONG Human Rights Watch (HRW) calificó este martes de “arbitrario”, “discriminatorio” e “injustificado” el primer decreto del gobierno turco al amparo del estado de emergencia impuesto en Turquía el día 20.
Recordó que esa disposición permite despedir a jueces, fiscales y otros funcionarios sin posibilidad de recurso legal y que amplía los poderes de la Policía para retener a los sospechosos hasta 30 días sin presentar cargos contra ellos, una medida que, según HRW, “no está justificada ni bajo el estado de emergencia”.
El domingo, Amnistía Internacional (AI) denunció prácticas sistemáticas de maltrato, citando “testimonios creíbles” de que muchos detenidos están siendo sometidos a torturas, incluida la violación.
Turquía ha suspendido la Convención Europea de Derechos Humanos mientras dure el estado de emergencia, inicialmente proclamado para tres meses, y el presidente Erdogan insiste en su disposición a restablecer la pena de muerte, abolida en 2004, si el parlamento se pronuncia en ese sentido.