El Cairo
El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al-Arabi, anunció el apoyo total de su organismo a la coalición de países árabes, encabezada por Arabia Saudí, contra el movimiento chií de los hutíes en el Yemen.
Al Arabi justificó que la operación militar "Tormenta de la Firmeza" se produce en el marco de "una amplia alianza árabe y regional contra objetivos determinados de los hutíes golpistas, y en respuesta a la petición del presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, que representa la legitimidad".
El responsable hizo estas declaraciones en su discurso de apertura de la reunión de ministros árabes de Asuntos Exteriores, previa a la cumbre de jefes de Estado prevista para el sábado y domingo próximos en la localidad turística egipcia de Sharm al Sheij.
Al Arabi indicó asimismo que la campaña militar se produjo "después del fracaso de todos los intentos para frenar a la milicia de los hutíes, y por la serie de medidas que adoptaron contra la legitimidad constitucional y la voluntad popular".
Recordó que la operación se basa en el pacto de la Liga Árabe y las resoluciones adoptadas respecto a la situación yemení, y también a un artículo del Tratado Defensa Común, que estipula que una agresión a un país árabe supone un ataque a todos los demás estados árabes.
Por su parte, el ministro de Exteriores egipcio, Sameh Shukri, dijo que su país participará en la coalición con "una fuerza aérea, marítima y terrestre si lo requiere la situación, en base a la responsabilidad histórica que Egipto afronta por la seguridad árabe y del golfo Pérsico" .
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait, Catar y Baréin decidieron esta madrugada responder a la petición del presidente yemení de actuar militarmente para frenar el avance de los rebeldes hutíes.
A esta coalición de los países del Golfo, liderada por Riad, se han unido otros países árabes como Egipto, Jordania y Sudán.
Por su parte, el presidente estadounidense, Barack Obama, autorizó proporcionar apoyo logístico y de inteligencia a la intervención árabe, aunque precisó que las fuerzas estadounidenses no tendrán una acción militar directa.