Edimburgo. AFP. El Gobierno británico y la oposición laborista coincidieron ayer en que no dejarán que Escocia conserve la libra esterlina si se independiza en el referéndum del 18 de setiembre.
“No hay razón legal por la que el resto del Reino Unido tenga que compartir su divisa con Escocia”, dijo ayer el ministro de Finanzas, George Osborne, en Edimburgo. “Si Escocia se va del Reino Unido, se va de la libra”, sentenció.
“El valor de la libra no descansa en el papel y la tinta que se usa para imprimirla. El valor de la libra descansa en el sistema monetario que la sostiene”, agregó Osborne, titular de Finanzas del primer ministro, David Cameron.
El 18 de setiembre los escoceses decidirán en un referéndum si se quedan en el Reino Unido o se independizan, como pretende el gobierno regional de Alex Salmond y el Partido Nacional Escocés. Salmond respondió a la negativa, tildándola de intimidación.
“Sus esfuerzos para reivindicar la propiedad de la libra se volverán contra ellos espectacularmente con la reacción del pueblo de Escocia, que sabe que la libra es tan suya como de Osborne”, dijo.
En sus planes para una Escocia independiente, recogidos en el libro blanco El futuro de Escocia , los nacionalistas aseguran que podrán conservar la libra y a Isabel II como reina, argumentando, en el primer caso, que el Banco de Inglaterra es de todos los británicos y que se llevarían la parte de deuda británica que les corresponda.
“Usar la libra proporcionará continuidad y seguridad a las empresas y los individuos, y una Escocia independiente haría una sustancial contribución a la zona esterlina”, dice el documento.
Pero conservadores, liberales y laboristas británicos –los dos primeros gobernando en coalición, el tercero en la oposición– han expresado su oposición a la independencia y han concentrado sus ataques en la pretensión de una unión monetaria. Un sondeo a fines de enero reveló que el 37% del electorado es favorable a la secesión y un 44% se opone.