París
Los principales aspirantes a la presidencia de Francia protagonizaron este lunes un acalorado primer debate, en el cual la líder de la extrema derecha, Marine Le Pen, fue el blanco de la mayoría de las críticas lanzadas por sus rivales.
A poco más de un mes de las elecciones, la presidenta del Frente Nacional (FN, ultraderechista) lidera la intención de voto para la primera vuelta de las presidenciales francesas, que tendrá lugar el 23 de abril, galvanizada por el brexit (salida británica de la Unión Europea) y la victoria de Donald Trump en Estados Unidos.
El centrista Emmanuel Macron, quien pisa los talones de Le Pen en los sondeos, acusó a su rival de "dividir a los franceses" durante un encendido debate sobre el burkini, el traje de baño que utilizan algunas musulmanas y que creó una polémica en Francia el verano pasado.
"Usted no quiere ver la gravedad real de lo que ocurre en nuestro país. Hace unos años no habían burkinis en nuestras playas", alegó Le Pen, quien dijo querer poner fin a la inmigración, "legal e ilegal".
Le Pen exigió "fronteras nacionales" argumentando que "no se puede confiar en una Grecia arruinada o una Italia sumergida para controlar un flujo (de migrantes) que llega de manera continua".
Por su parte, el candidato de la derecha, François Fillon, quien se presenta a las elecciones imputado por desvío de fondos públicos, intentó dar un impulso a su alicaída campaña centrándose en el programa de fuerte corte liberal con el que alcanzó la victoria en las primarias de la derecha en noviembre.
"Quiero ser el presidente que liberará a los franceses del exceso de burocracia", declaró el candidato conservador, prometiendo llevar Francia a ser la primera economía de Europa en diez años.
Fillon, hasta hace poco gran favorito para ocupar el Elíseo, fue imputado la semana pasada por desvío de fondos públicos y apropiación indebida de bienes sociales por el caso de los empleos presuntamente ficticios de su esposa e hijos como asistentes parlamentarios.
De acuerdo con las encuestas, Le Pen y Macron son los dos favoritos para suceder al impopular presidente socialista François Hollande, quien renunció a presentarse a un segundo mandato.
Sin embargo, el alto número de indecisos, alrededor del 40% según las últimas encuestas, hacen imposible prever con certeza el desenlace de estos comicios, uno de los más imprevisibles de la historia reciente de Francia.
Tras la primera vuelta el 23 de abril, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales con los dos finalistas se celebrará el 7 de mayo.