Londres
Un hombre armado con cuchillos y un coche sembró el pánico este miércoles en las inmediaciones del Parlamento británico, obligó a los parlamentarios a encerrarse y a los turistas a huir despavoridos.
El agresor atropelló a un grupo de gente en el puente de Westminster antes de estrellar su coche contra las verjas del Parlamento, apuñalar a una agente de policía y caer bajo las balas de las fuerzas de seguridad, luego de haber matado a tres personas y herido a 20.
La diputada Mary Creagh se dirigía a votar cuando se topó con guardias de seguridad armados y una multitud que los seguía.
"Me encontré a 40 personas corriendo hacia mí y gritando: 'vuélvase, ha habido un tiroteo", narró a la prensa.
El incidente se produjo en una de las muchas entradas del Parlamento, y en unos minutos los vehículos de la Policía y las ambulancias tomaron las inmediaciones.
"Todo el personal y la mayoría de los diputados están aún encerrados en el edificio. Por lo que sé, lo están inspeccionando planta a planta", explicó Creagh.
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Zozobra. "Fue muy, muy aterrador", sentenció.
El líder de los demócratas liberales, Tim Farron, explicó que "la mayoría de la gente estaba muy, muy conmocionada".
"El palacio de Westminster es uno de los lugares más seguros del planeta, pero es también un blanco", dijo Farron, quien fue evacuado hasta una comisaría de policía cercana junto a otros diputados.
Un empleado de uno de los edificios próximos expresó que estaban "aterrorizados y conmocionados" por el atentado.
Los turistas, que se acercan para ver el Big Ben o subir a la cercana gran noria del London Eye, huyeron despavoridos del lugar y luego contemplaron estupefactos el gran despliegue de seguridad.
Quienes se encontraban en aquel momento en la noria, tuvieron que esperar una hora para ser evacuados.
Había también escolares, como los que visitan a diario el Parlamento, o cualquiera de las dependencias oficiales de la zona, o la abadía de Wesminster.