Hanóver, Alemania
El presidente Barack Obama dijo este domingo en Alemania que Estados Unidos y la Unión Europea deberían seguir trabajando para cerrar un acuerdo de libre comercio transatlántico, pese a la oposición generalizada a este tratado en negociación.
"Angela (Merkel) y yo estamos de acuerdo en decir que Estados Unidos y la Unión Europea (UE) necesitan seguir avanzando con la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (conocido como TTIP por sus siglas en inglés)", declaró Obama, de visita en Alemania, durante una rueda de prensa conjunta con la canciller alemana.
Obama llegó este domingo a Hanóver (norte de Alemania) para reunirse con su "amiga" y socia Angela Merkel y dar un impulso a este acuerdo, que está recibiendo fuertes críticas tanto por su contenido como por la opacidad con la que se está negociando.
No abandonaremos los esfuerzos para negociar un acuerdo de libre comercio con nuestro mayor socio: el mercado europeo", dijo a medios británicos Obama, que desea cerrar el pacto antes de dejar el poder a finales de este año.
El presidente reiteró el domingo sus advertencias a Reino Unido en materia comercial sobre una eventual salida de la UE. En caso de Brexit, Londres "no estará en posición de negociar algo con Estados Unidos más rápido que la UE", subrayó.
Las negociaciones sobre el TTIP se encuentran atascadas por fuertes divergencias entre las dos partes, alimentadas por un escepticismo creciente de las opiniones tanto en Estados Unidos como en Europa. En Hanóver, decenas de miles de personas se manifestaron el sábado contra el megaproyecto.
También en el seno del gobierno alemán, considerado uno de los principales defensores del proyecto en Europa, crece la impaciencia.
El acuerdo "fracasará" si no hay concesiones por parte de Washington, advirtió el domingo el ministro alemán de Economía, Sigmar Gabriel. El número dos del ejecutivo germano rechazó una vez más un texto que por el momento, él resume en dos palabras: "Compre americano"
También Francia está oponiendo resistencia. De hecho, el presidente François Hollande se niega a hablar del TTIP en un encuentro organizado por Merkel en Hanóver en el que además de Hollande y Obama también estarán los dirigentes italiano y británico, según el semanario alemán Der Spiegel.
La razón esgrimida: el tema es demasiado impopular en Francia.