Ciudad del Vaticano. EFE. El impedimento de comulgar que pesa sobre los católicos divorciados y vueltos a casar será objeto de análisis en un sínodo que se llevará a cabo en octubre del 2014, confirmaron ayer fuentes del Vaticano.
La prohibición la reiteró el prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe , Gerhard Ludwig Müller, en un artículo publicado en el diario L’Osservatore Romano ante la reunión extraordinaria de obispos sobre la pastoral familiar.
En el artículo, presenta una disertación sobre la indisolubilidad del matrimonio y el debate sobre los divorciados que vuelven a casarse y los sacramentos.
La intervención del prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe se produce después de que el papa Francisco ha mostrado cierta apertura en este asunto, al destacar la necesidad de estudiar el tema y subrayar la importancia de mejorar la atención espiritual a los divorciados casados nuevamente .
En esta línea, el Pontífice manifestó durante el viaje de regreso desde Río de Janeiro, el 29 de julio, que se trata de un problema que debe estudiarse en el marco de la pastoral matrimonial.
Entonces, destacó que esta es la época de la misericordia, al tiempo que recalcó: “Si el Señor no se cansa de perdonar, nosotros no tenemos otra alternativa”.
Empero, Müller expuso que “si el matrimonio precedente de unos fieles divorciados y que se vuelven a casar era válido, en ninguna circunstancia su nueva unión puede considerarse conforme al derecho; por tanto, (...) es imposible que reciban los sacramentos.
Rechazó el criterio de que la decisión de acercarse o no a la comunión por los divorciados que se vuelven a casar deba dejarse a la iniciativa de la conciencia.