El papa argentino Francisco inauguró el 2014 con un vibrante llamado para que se "frene la violencia en el mundo", tema clave de su pontificado que este año tendrá una apretada agenda con un consistorio, un sínodo, las canonizaciones de dos papas y un probable viaje a Israel.
"Llegó la hora de parar el camino de la violencia. ¿Qué está pasando en los corazones de la gente? ¿A la humanidad? Es hora de parar", clamó desde la ventana de su estudio en el palacio apostólico ante una multitud congregada en la plaza de San Pedro para asistir al primer ángelus del año.
El primer papa latinoamericano instó a "no quedar indiferente e inmóvil ante la violencia y las injusticias que reinan en tantas partes del mundo", dijo.
"Se necesita el compromiso de todos para construir una sociedad verdaderamente justa y solidaria", clamó.
"Tenemos todos la responsabilidad de obrar para que el mundo se convierta en una comunidad de hermanos que se respeten, se acepten en su diversidad y se cuiden unos a otros", agregó.
El papa Francisco inició la jornada en la basílica de San Pedro en el Vaticano con una misa en ocasión de la jornada mundial de la paz ante cientos de personas, entre ellos los embajadores y representantes del cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede.
El pontífice argentino envió a las iglesias de todo el mundo un mensaje para ser leído durante la jornada de la paz, el cual se centra en "la fraternidad" como arma para combatir la crisis económica y las guerras.
Fiel a su estilo sencillo y familiar, el papa concluyó el ángelus saludando a la muchedumbre congregada en la plaza de San Pedro bajo un sol primaveral con un "íBuen Año y buen almuerzo!".
Francisco, que cumplió en diciembre 77 años, tiene una serie de compromisos importantes durante el 2014, los cuales permitirán entender el rumbo que el pontífice jesuita quiere dar a la Iglesia del siglo XXI tras las expectativas que ha generado su elección en marzo pasado.
En febrero tiene programado un consistorio, o asamblea de cardenales, durante el cual deberá designar unos 14 nuevos purpurados, debido a que este año varios de ellos cumplen 80 años y pierden el derecho de voto en el cónclave, o elección del papa, en el que suelen participar 120 electores.
La presencia de tantos "príncipes de la Iglesia" en el Vaticano será una ocasión para evaluar la reforma anunciada de la desprestigiada Curia Romana, el gobierno central de la Iglesia, en base a los consejos del llamado G-8 de los cardenales, el grupo de ocho purpurados que asesoran al papa para elaborar los cambios internos requeridos tras los escándalos que desprestigiaron a la entidad.
El 27 de abril, el papa Francisco presidirá la canonización de los pontífices Juan Pablo II (1978-2005) y Juan XXIII (1958-1963), un evento al que asistirán miles de peregrinos de todo el mundo en el Vaticano.
En mayo, papa Francisco deberá realizar una corta visita a Israel y los Territorios Palestinos a partir del 25, en su primer viaje a Tierra Santa desde que asumió su pontificado, según ha revelado la prensa israelí.
El viaje no ha sido oficialmente confirmado, aunque se conoce el deseo del papa argentino de conmemorar los 50 años de la primera visita de un pontífice a Tierra Santa, celebrado por Pablo VI en 1964.
Para octubre fue convocado el Sínodo Extraordinario sobre la Familia durante el cual se abordará entre otros problemas como el matrimonio homosexual y las parejas de hecho.
Un cuestionario con 38 preguntas fue enviado a todos los obispos del mundo y contiene preguntas inéditas ya que propone a los obispos que respondan a temas hasta ahora tabú, como la adopción de hijos por parte de parejas del mismo sexo, sobre la difusión de las parejas de hecho o la actitud de la Iglesia ante la familia monoparental y hasta el fenómeno del "alquiler de vientres".
Las preguntas respetan la actitud de apertura de Francisco, quien sorprendió a muchos católicos después de que en julio pasado manifestara por primera vez la tolerancia de la jerarquía eclesiástica hacia los homosexuales.