Estambul
El partido islamista conservador del presidente turco Recep Tayyip Erdogan perdió este domingo en las elecciones legislativas la mayoría absoluta que tenía en el Parlamento desde hacía 13 años, un fracaso para el hombre fuerte del país que quería reforzar su poder.
Por su parte el partido kurdo HDP (Partido Democrático del Pueblo) superó la barrera del 10% de votos y entraría en la cámara con más de 70 escaños, según resultados parciales anunciados por las televisiones turcas con cerca del 75% escrutado.
Si se confirmaran estos resultados, el escrutinio enterraría el proyecto de Erdogan para reformar la Constitución y reforzar así su poder de presidente.
Su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), que ha ganado todos los comicios desde hace 13 años, solo obtendría este domingo 43% de los votos y unos 270 de los 550 escaños del parlamento, lo que le obligaría a formar una coalición.
En las últimas legislativas del 2011 ganó el 49,8% de los votos.
Los dos principales rivales del AKP, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) y el Partido de Acción Nacional (MHP, derecha), obtendrían respectivamente un 24 y un 17% de los votos (124 y 85 escaños, respectivamente).
Nutrida votación. La participación en el escrutinio fue del 85%.
Los colegios electorales cerraron a las 17:00 locales (8 a. m. en Costa Rica) al término de una jornada marcada por una fuerte participación, a pesar de un atentado con bomba que provocó el viernes dos muertos y más de un centenar de heridos durante un mitin del principal partido kurdo en su feudo de Diyarbakir (sureste).
El partido islamista conservador se presentaba por primera vez debilitado ante los electores, víctima del declive de la economía y de las críticas por su giro autoritario.
Después de 11 años como primer ministro, Erdogan fue elegido jefe de Estado en agosto pasado y devolvió en teoría las llaves del ejecutivo y del partido a su sucesor, el exministro de Relaciones Exteriores Ahmet Davutoglu.
Pero, decidido a mantener las riendas del país, milita desde entonces por una presidencialización del régimen y un fortalecimiento de sus poderes.
A pesar de las críticas, el jefe de Estado hizo abiertamente campaña por "su" reforma y su partido, en contra de la Constitución que le impone un estricto deber de neutralidad.
Para lograr su objetivo, Erdogan necesitaba una amplia victoria electoral. Si el AKP conseguía los dos tercios (367) de los 550 diputados, podía votar en solitario la reforma constitucional para reforzar los poderes del jefe del Estado. Si sólo obtenía 330 diputados, podía someterla a referéndum. Sino, sus ambiciones se verían frustradas.
Erdogan continúa siendo muy popular en el país. "Les he votado de nuevo [al AKP] porque quiero que Turquía esté dirigida por un presidente fuerte", confió a la AFP Mehmet Köse, de 50 años, vendedor de fruta en Estambul.
Pero aunque hay que tomarlos con prudencia, los sondeos sugieren que Erdogan podría perder su apuesta.
"Voté por el AKP en las elecciones anteriores porque hicieron un buen trabajo. Pero ya no confío en ellos", dijo Murat Sefagil, de 42 años, otro votante de Estambul.
Obstáculo kurdo. La principal formación kurda, el Partido Democrático del Pueblo (HDP), constituye el principal obstáculo en el camino de Erdogan.
Al obtener más del 10% de los votos, el mínimo requerido para entrar en el Parlamento, el HDP lograría medio centenar de escaños y privaría al AKP de la mayoría deseada.
De izquierda, moderno y preocupado por las minorías, el partido kurdo está liderado por un cuarentón carismático, Selahattin Demirtas, que espera aprovechar su papel clave en estas elecciones para ampliar su público tradicional.
"He votado por el HDP porque es un partido dinámico capaz de aportar un cambio real", declaró Hazal Öztürk, de 19 años, que votaba por primera vez en Estambul.
Los otros dos grandes partidos de oposición, el Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata) y el Partido de Acción Nacional (MHP, derecha) denunciaron durante la campaña la voluntad de Erdogan de instituir una "dictadura constitucional" y esperan privar también al AKP de su mayoría absoluta.
"Hemos vivido una campaña perfectamente desigual", lamentó el jefe del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, al depositar su papeleta en una urna en Ankara. "Espero que estas elecciones permitan aumentar la democracia y nuestra libertad".
Más de 400.000 policías y gendarmes fueron desplazados para asegurar la seguridad de los comicios, según los medios turcos, que no señalaron más que algunos