El sueño de los nacionalistas escoceses del SNP de organizar un nuevo referendo de independencia recibió un duro golpe tras la legislativas en el Reino Unido, en las que el partido de Nicola Sturgeon perdió gran número de diputados.
Según los resultados definitivos en Escocia, el Partido Nacional Escocés (SNP) obtuvo 35 de los 59 escaños que esta región tiene en el Parlamento británico, es decir una pérdida de 21 diputados respecto a 2015.
"Indudablemente el asunto de un referendo de independencia fue un factor en este resultado electoral, pero creo que hubo otros factores también", reaccionó la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon.
LEA: Lejos de su apuesta, Theresa May se debilita en elecciones británicas
A su juicio, la posición conservadora en torno al brexit perjudicó a su partido.
"La defensa imprudente por los conservadores de un 'brexit duro' debe ser abandonada", dijo la líder del SNP en rueda de prensa.
El número dos del partido Angus Robertson y su antiguo líder Alex Salmond perdieron sus escaños. Es "una bofetada", reconoció este último.
El SNP sigue siendo la tercera fuerza política a nivel nacional y la primera en esa región del norte del Reino Unido.
Pero el contraste es enorme con las legislativas de 2015, tras la cuales un SNP triunfante —que parecía renacer de sus cenizas tras su derrota en el referendo de independencia de 2014— obtuvo 56 escaños.
Gracias a este dominio territorial y al control del SNP en el Parlamento regional de Edimburgo, Sturgeon había reclamado la convocatoria de un nuevo referendo de independencia tras el voto a favor del brexit, argumentando que 62% de los escoceses rechazó la salida de la Unión Europea.
La líder de los independentistas reconoció este viernes que no tomará una "decisión precipitada" sobre una nueva consulta.
Pero en opinión de la prensa, de los expertos y de sus adversarios políticos, el resultado de las elecciones del jueves pueden frenar sus ambiciones.
"El proyecto del SNP de un segundo referéndum de independencia sufrió un gran revés con las pérdidas dramáticas del partido en los comicios", comentaba el diario Herald Scotland.
"Es una muy mala noticia para ellos y para las ambiciones de Nicola Sturgeon de convocar un nuevo referendo", dijo a la AFP Iain Begg, profesor de la London School of Economics.
¿'Alianza' con los laboristas?
Por el contrario, para los conservadores escoceses es la hora de descorchar el champán: a diferencia del partido conservador de la primera ministra Theresa May a nivel nacional, ellos registraron un fuerte ascenso, logrando 13 escaños —es decir 12 más que en 2015—, su mejor resultado desde 1983.
¿El proyecto de referendo de independencia? "Muerto", sentenció su líder, Ruth Davidson.
La canción es la misma entre los laboristas escoceses, que levantan cabeza logrando siete escaños, es decir seis más que antes, en esta región en la que antes reinaban sin competencia.
"Creo que está perfectamente claro que el proyecto de Nicola Sturgeon para un segundo referendo debe desaparecer", declaró Kezia Dugdale, líder de los laboristas escoceses.
Frenado en sus ambiciones en el plano regional, el SNP podría sin embargo buscar a nivel nacional formar una "alianza" con los laboristas de Jeremy Corbyn para intentar impedir que los conservadores de May formen un gobierno minoritario.
La propia Sturgeon aludió a esta posibilidad.
"Siempre he dicho que el SNP quería formar parte de una alternativa progresista a un gobierno conservador", afirmó, precisando que es aún "demasiado pronto" para comprometerse.