Atenas . AFP y EFE. Grecia dispondrá de “mejores armas en las negociaciones” con los acreedores luego del referendo convocado para el domingo , en el cual los ciudadanos deben decidir si aceptan o rechazan la última propuesta hecha por la Unión Europea (UE) y el FMI.
Esa consulta “debe dar paso a la continuación de las negociaciones (...); nuestro objetivo es que nos permita contar con mejores armas para discutir opciones”, declaró el lunes el primer ministro griego, Alexis Tsipras, en una entrevista con el canal de televisión estatal ERT.
Tales declaraciones siguieron a un llamado del presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, quien instó a los griegos a votar “sí” en el referendo para no darle la espalda a Europa.
Grecia, cuyas arcas están vacías, afronta el riesgo de una moratoria de pagos ya que este martes debe pagar 1.500 millones de euros que adeuda al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Tsipras dejó entrever que su país no cumplirá con esta obligación. “Pagaremos si hasta entonces logramos un acuerdo sostenible”, manifestó.
Atenas y sus acreedores (FMI, Banco Central Europeo y CE) discrepan en varios puntos en torno a un acuerdo sobre la deuda griega. El Gobierno se opone a una reducción de las pensiones.
Asimismo, existen diferencias respecto a un incremento del impuesto al valor agregado (IVA).
Tsipras anunció el domingo un feriado bancario , que se mantendrá hasta el lunes próximo, y el establecimiento de un control de capitales para salvaguardar el sistema financiero local de la eventualidad de un pánico.
Sí a negociaciones. En las declaraciones a la televisión, el jefe de Gobierno griego dijo que su país pretende mantenerse en la zona euro, así como “continuar en la mesa de negociaciones al día siguiente del referendo”, cuya convocatoria se hizo el viernes.
Tsipras consideró un “intento de intimidación” de los dirigentes europeos quienes advirtieron de que la victoria del “no” en la consulta equivaldría “a la salida de Grecia del euro”.
El partido Syriza, de izquierda radical y en el poder desde enero, ha pedido a los votantes que se opongan en la consulta a las medidas propuestas por los acreedores. Para el primer ministro, tales demandas son “humillantes” para un país que ya ha sufrido cinco años de recesión.
Juncker, por su lado, afirmó sentirse “traicionado” por el comportamiento de Tsipras en las fracasadas negociaciones del fin de semana.
“Estoy profundamente compungido por el espectáculo que dio Europa el sábado pasado (...) Después de todos los esfuerzos que he realizado, me siento traicionado, ya que mis esfuerzos no han sido suficientemente tomados en consideración”, declaró Juncker en Bruselas ante la prensa.
Su frustración frente al jefe de Gobierno helénico se explica, según varios analistas, por el hecho de que en cinco meses de negociaciones, el presidente de la Comisión ha sido el más cercano aliado –y a veces el único– de Atenas.
“Pediré al pueblo griego que vote sí”, reiteró Juncker, refiriéndose al referendo. Un “no” supondría “decir no a Europa”, añadió.
El Gobierno de Grecia respondió duramente a Juncker y cuestionó su “sinceridad”. Además, renovó su demanda de una “extensión de algunos días” del plan de ayuda a Grecia (que acaba el martes), hasta que se celebre el referendo y con el fin de preservar el equilibrio del sistema bancario griego, falto de liquidez.
Mientras, los ciudadanos comenzaron a [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20150629_0010]]convivir con el control de capitales[[END:INLINEREF]] y con el tope para los retiros que, hasta el 6 de julio, se fijó en 60 euros diarios.