Barcelona
"Nunca hubiéramos imaginado llegar hasta aquí", coincidían en afirmar este martes, separadamente, dos vendedoras de Las Ramblas de Barcelona, una independentista y la otra no, a horas de la declaración de independencia de Cataluña, proclama e inmediatamente suspendida.
De luto todavía por el atentado de agosto, los comerciantes de la popular avenida de Las Ramblas de Barcelona contenían la respiración este martes ante otro posible hecho histórico: la comparecencia en el Parlamento del presidente catalán, Carles Puigdemont, para declarar la independencia.
Bajo el sol de otoño, suena de nuevo en Las Ramblas el traqueteo de las ruedas de las maletas de los turistas, dos meses después de que una furgoneta conducida por un yihadista dejó14 muertos en la avenida, el 17 de agosto.
Preocupación. Esta vez, Carolina Pallés, de 53 años, cuarta generación de una estirpe de floristas de Las Ramblas, vive un día triste por culpa de "los políticos".
"Nunca me hubiera imaginado que, casi dos meses despues de los atentados en Cataluña, hubiéramos ido tan rápido hacia la independencia", explicó, aludiendo a la declaración unilateral de independencia (aquí conocida como DUI).
Carolina culpa a los políticos de ambos lados: "El gobierno (de Mariano) Rajoy lo ha hecho fatal, y los de aquí, querrían ir hasta el final, como mártires".
Las principales empresas catalanas trasladaron sus sedes sociales fuera de la región, y Carolina tiene un mensaje para los independentistas: "Uno no puede marcharse de la casa de sus padres si no tiene un piso y un trabajo, porque, si no, acaba durmiendo bajo los puentes".
En el mercado vecino de La Boquería, Neus Avilés, de 61 años, vende botellas de sangría decoradas con toreros.
"Me parece bien que hagan la DUI, como en Madrid no han querido un referendo pactado, ni dialogar, ni consensuar nada", añadió. "Me posiciono como independentista, pero nunca me hubiera imaginado llegar a este punto", añadió.
Avilés votó sí a la creación de una república catalana en el referendo inconstitucional del 1.° de octubre, y está conmocionada por la represión policial. "A ellos solo se les ha ocurrido sacar las porras y las balas de goma, para mí, es como volver a la epoca franquista".
Separadas por unos 100 metros, sin saberlo, las dos comerciantes coinciden en otras cosas: "Habría hecho falta dialogar", y lo mejor sería ahora convocar elecciones regionales.
Detrás del mercado, siete adolescentes almuerzan y expresan su inquietud.
"Si de verdad se va a declarar la independencia, nos da un poco de miedo, más bien porque no sabemos como puede reaccionar el gobierno de Rajoy, si va a encarcelar a nuestro presidente, tomar medidas contra la población, suspender la autonomia, como ya pasó en la epoca franquista", explicó Helena, una muchacha de 16 años que se define como independentista de izquierda.
"Tendrían que decidir ya si es la independencia o no y dejar las cosas claras", lamenta Lázaro, un camarero de 40 años contrario a la independencia, que denuncia que está cayendo el turismo.
Atravesando un pasaje para peatones a la entrada de Las Ramblas, dos funcionarias regionales conversan, conmocionadas por las palabras de un portavoz del Partido Popular de Rajoy, quien estimó que Puigdemont podría acabar como Lluís Companys, quien fue a la cárcel tras declarar la independencia en 1934, y que, seis años más tarde, en 1940, sería fusilado por el régimen de Francisco Franco.
"Decir esto en el siglo XXI, es muy fuerte", protestó una de ellas, Guiomar García, de 39 años. En el referendo del domingo, "voté que sí, no es que quiera la independencia, sino que no quiero que siga el gobierno de Rajoy en Madrid, por toda la represión, la falta de respecto".
Su colega Yolanda Bernardo, psicóloga de 42 años, es más decidida: Ssoy independentista de toda la vida y digo que si a una DUI ahora mismo, a Puigdemont no le han dejado otra opcion y si no lo hace, es el pueblo que se va a rebelar".