Barcelona
Un miembro del Gobierno catalán del independentista Carles Puigdemont reconoció este lunes que el referendo de autodeterminación prometido para el 1.° de octubre podría no celebrarse, ante la oposición de las instituciones españolas.
"El Estado tiene tanta fuerza que probablemente no podamos hacer el referendo", dijo el responsable de Empresa del Ejecutivo regional, Jordi Baiget, en una entrevista al diario independentista El Punt Avui publicada el lunes.
Por la noche, el presidente regional Puigdemont anunció en un comunicado el nombramiento de Santi Vila, actual encargado de Cultura, "en sustitución" de Baiget al frente de la cartera de Empresa, sin precisar los motivos de su decisión.
Según el texto, su nombramiento será efectivo a partir del martes.
El gobierno español de Mariano Rajoy repite incesantemente que la votación no tendrá lugar y que cada paso realizado por los independentistas será suspendido por el Tribunal Constitucional, que ya declaró inconstitucional la consulta.
Ante estas previsibles suspensiones, Baiget dijo que el gobierno regional puede verse forzado a organizar algo similar a la consulta simbólica de noviembre del 2014, sin consecuencias jurídicas alguna más allá de la inhabilitación de sus impulsores, entre ellos el expresidente Artur Mas.
Esa votación se organizó con voluntarios afines al independentismo, sin censo ni órganos de supervisión. Participaron 2,3 millones de personas sobre un total aproximado de 6 millones de electores y un 80% apostaron por la secesión.
Sí al referendo. Puigdemont asegura que pese a todo el referendo de octubre reunirá las condiciones de una votación oficial y su resultado será vinculante.
El martes presentarán la ley que amparará su celebración. Según el texto obtenido por la emisora pública Catalunya Radio, la ley "prevalece jerárquicamente sobre todas aquellas normas que puedan entrar en conflicto" con ella pues busca garantizar el derecho de autodeterminación de la región, incluidas las nacionales.
Por su parte, el diario El País aseguró este lunes haber obtenido la ley secreta que debe regular la secesión catalana. Según este borrador, tras el referendo los independentistas proclamarían una República y convocarían elecciones constituyentes para iniciar el redactado de la Constitución catalana.
El portavoz parlamentario de la coalición independentista, Jordi Turull, calificó esta información de "inventiva".
El principal objetivo de Puigdemont para octubre es conseguir una amplia participación, sobre todo de los no independentistas, y en eso juega un papel clave la formación de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, partidaria del referendo, pero indefinida sobre la secesión.
En una entrevista este lunes en El Periódico de Cataluña, Colau se mostró predispuesta a votar el 1.° de octubre aunque se mostró escéptica sobre si podrá considerarse un referendo.
"El 2 de octubre deberemos seguir trabajando por este referendo", auguró.