BERWICK-UPON-TWEED. AFP. En la ciudad más al norte de Inglaterra, la gente mira al otro lado de la frontera y se inquieta por lo que pasaría si la vecina Escocia se independiza en el referendo del 18 de setiembre .
Berwick-upon-Tweed cambió de manos entre Escocia e Inglaterra 13 veces en las guerras fronterizas medievales hasta que se convirtió definitivamente en inglesa en 1482. Su muralla del siglo XIV es un recuerdo de su pasado turbulento.
La ciudad de casi 12.000 habitantes es inglesa, pero Londres está a 482 kilómetros y Edimburgo, a 80.
Los vecinos temen por el futuro incierto de su ciudad del mar del Norte si Escocia se independiza.
“Tenemos que sentarnos y esperar hasta setiembre para ver cómo vota Escocia”, explicó la alcaldesa Isabel Hunter, cuyo partido, el Liberal Demócrata, apoya el “no” en el referendo y que Escocia siga siendo parte del Reino Unido.
“Hemos bromeado diciendo ‘necesitarás llevar tu pasaporte en la furgoneta cada día, y más vale que sea un pasaporte grande para que quepan todos los sellos que vas a necesitar’”, relató la alcaldesa.
Una encuesta del instituto YouGov, difundida el lunes, dice que el “no” a la independencia logrará el 55% de los votos y el “sí” el 35%.
El hecho de que Escocia sea parte del Reino Unido significa que no hay que hacer trámites para ir de un lado a otro de la frontera.
Un cartel que reza “Bienvenido a Escocia”, a unos kilómetros, es todo lo que el viajero se encuentra a su llegada a la región del norte.
Los habitantes de ambos lados van y vienen para ver a la familia, ir al trabajo o visitar al médico, y no deben cambiar dinero.
La identidad de la ciudad es mixta. El acento de los ciudadanos es una mezcla de escocés e inglés del norte, y su equipo de fútbol, el Berwick Rangers, juega en la liga escocesa pese a ser inglés.