Moscú. AFP y EFE. Moscú y El Cairo expresaron este sábado su escepticismo sobre la reivindicación del grupo Estado Islámico (EI) de su responsabilidad en la caída de un vuelo chárter en Egipto, que dejó [[BEGIN:INLINEREF LNCVID20151031_0005]]224 muertos[[END:INLINEREF]].
La rama egipcia del EI afirmó en Twitter ser la responsable del derribo del avión. “Esta información no puede considerarse exacta”, comentó el ministro ruso de Transportes, Maxim Sokolov, según las agencias rusas.
“Estamos en estrecho contacto con nuestros compañeros egipcios y las autoridades aéreas de ese país. En este momento, no disponen de ninguna información que confirme tales insinuaciones”, añadió.
Por su parte, una fuente diplomática rusa bajo condición de anonimato indicó que estaba “fuera de lugar hablar de tal versión mientras no se establezcan las causas de la catástrofe”.
“Los soldados del Califato lograron abatir un avión ruso en la provincia del Sinaí que transportaba a más de 220 personas, y todas murieron”, afirmó el grupo extremista en un comunicado colgado en sus cuentas de Twitter, en las que aseguró actuar en represalia por la intervención militar rusa en Siria.
Desde la destitución por el Ejército egipcio del presidente islamista Mohamed Mursi, en julio del 2013, los yihadistas multiplicaron los atentados contra las fuerzas de seguridad, en especial en el norte de la península del Sinaí, donde cientos de policías y soldados murieron en ataques.
Rechazo. Varios expertos militares consultados por la AFP consideran que los combatientes de esta rama del EI, que tiene su bastión en el norte del Sinaí, no disponen de misiles capaces de alcanzar un avión a 30.000 pies.
Sin embargo, los especialistas no excluyen la posibilidad de que hubiera una bomba a bordo o de que el avión fuera alcanzado por un cohete o un misil si perdió altura por un fallo técnico.
Mientras tanto, el ministro egipcio de Aviación, Mohamed Hossam Kemal, dijo en conferencia de prensa que las comunicaciones del Airbus con tierra fueron normales, sin que se registrara nada irregular antes del accidente. “El avión no pidió cambiar la ruta”, agregó para desmentir un dato que había circulado.
En la misma línea, el primer ministro egipcio, Sherif Ismai, afirmó que “técnicamente no se puede derribar un avión que vuela a esa altura” , mientras no han trascendido informaciones sobre las primeras investigaciones que realizan las autoridades.
La aeronave, un Airbus A321-200, desapareció 23 minutos después de despegar del aeropuerto de Sharm el-Sheij, rumbo a San Petersburgo, Rusia, y cayó en una región montañosa de difícil acceso situada en el centro del Sinaí. Unas horas después se encontró la caja negra del aparato.
Los equipos de rescate egipcios han recuperado hasta el momento 129 cuerpos sin vida, los cuales fueron trasladados a El Cairo por las Fuerzas Armadas.
El Gobierno detalló, en un comunicado, que, de los 217 turistas que viajaban a bordo del avión, 214 eran de Rusia y tres de Ucrania, y que entre ellos había 132 mujeres, 62 hombres y 17 niños. Asimismo, volaban siete miembros de la tripulación, de nacionalidad rusa.
La casa matriz informó desde Francia de que el Airbus A321-200 había sido fabricado en 1997 y acumulaba unas 56.000 horas de vuelo en casi 21.000 viajes.