Aaron Spears, baterista de la cantante Ariana Grande, escuchó los desgarradores sonidos del terror mientras caminaba del escenario hacia los camerinos del Manchester Arena.
El músico, originario de Washington D. C., escribió a la cadena de noticias Fox News 5 para narrar cómo vivió el atentado junto con otros miembros de la banda.
LEA: Dos indigentes y una mujer que esperaba el tren son los héroes del ataque de Mánchester
"Terminamos el show e ibamos caminando a los camerinos cuando ¡BUM! Podíamos oír los gritos de las personas, pero no teníamos idea de lo que había pasado. Hubo todo tipo de especulaciones acerca de lo que estaba pasando", relató Spears.
"Como cinco minutos después de llegar al camerino, personal de seguridad entró y nos pidió evacuar el edificio inmediatamente. Ahí fue donde nos percatamos de que era algo serio", detalló.
VEA: 22 muertos y 59 heridos en explosión en el concierto de Ariana Grande en Mánchester
"Estoy extremandamente agradecido de que nadie de la banda o el equipo estuviera herido físicamente, pero este recuerdo doloroso vivirá con nosotros para siempre. Todavía estoy sin poderlo creer, es surreal", concluyó Spears.
Salvadas por segundos
Laura Evans y su hija Aurora, de 12 años, aseguran que salvaron su vida porque salieron de la arena cuando Ariana Grande todavía estaba cantando su última pieza de la noche.
Las mujeres sí resultaron heridas y pasaron la noche en el hospital, pero aseguraron al medio británico Daily Mail que habrían perdido la vida si se hubieran quedado.
ADEMÁS: Niña de 8 años figura entre las víctimas del atentado en Mánchester
"Los gritos de desesperación se escuchaban por todo lado, había mucha confusión. Mi pierna sangraba y mi hija estaba con ataque de pánico. Después no recuerdo más. Me cuentan que me desmayé y cuando desperté ya estaba en el hospital. Si nos hubiéramos quedado hasta el final de concierto tal vez no estaríamos aquí", relató Evans al diario.