Bruselas EFE Los ministros de Exteriores y Defensa de la Unión Europea (UE) autorizaron ayer la planificación de una misión naval en el Mediterráneo para luchar contra las redes que trafican con inmigrantes, que han dejado miles de muertos en los últimos meses en su intento de llegar a Europa.
“Hemos decidido establecer una operación naval de la UE para interrumpir el modelo de negocio de las redes de traficantes” de personas en el Mediterráneo sur-central, anunció la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.
La operación militar fue bautizada EUNavfor Med y se centrará en “identificar, capturar y desechar” las embarcaciones que usan dichas redes.
La UE explicó que forma parte de un paquete de medidas integrales para “salvar vidas en el mar”, afrontar situaciones de emergencia y atajar las causas de la migración irregular.
Tres fases. En una primera fase, la misión prevé intercambiar información y patrullar en altamar para detectar redes ilegales de inmigración.
A continuación, contempla abordar, capturar o desviar los barcos sospechosos que se aproximen a Europa en el caso de que no tengan pabellón o permiso del Estado representado en su bandera, en aguas internacionales.
La última fase implica tomar “todas las medidas necesarias” contra las embarcaciones y los activos, como “desecharlas” o hacerlas “inoperables” en el territorio del Estado costero concernido, de acuerdo con una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU o el consentimiento de dicho país.
Los ministros también acordaron establecer el cuartel general de la nueva operación en Roma y que su comandante de operaciones sea el contraalmirante italiano Enrico Credendino.
Los gastos comunes de la misión se han cifrado en 11,8 millones de euros para una fase de puesta en marcha de dos meses, más un mandato de 12 meses.
La UE espera que el Consejo de Seguridad de la ONU adopte la resolución que apoya la misión en cualquier momento; sin embargo, el ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, dijo que “bastaría para cumplir los requisitos de legalidad internacional” una “solicitud expresa de intervención de autoridades libias legítimas”.
García-Margallo precisó que las “operaciones en tierra” de la misión serían “la destrucción en tierra desde el aire o desde el mar de aquellas instalaciones de las que zarpan los barcos”.
“El objetivo no es atacar a Libia militarmente (de donde sale la mayoría de barcos con migrantes), sino parar el modelo de negocio” de los traficantes, dijo el ministro luxemburgués de Exteriores, Jean Asselborn, quien afirmó que se trata de “poner fuera de servicio” las embarcaciones y “no bombardear los barcos que se encuentren en el mar”.
De regreso. Aunque ayer los ministros no tocaron un ámbito propio de sus colegas de Interior, como qué hacer con los inmigrantes interceptados, el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Harlem Désir, aseguró que, “si es necesario”, se “volverá a llevar a los puertos de partida” a las personas en un marco legal internacional.
“Evidentemente, primero hay que salvar a las personas que están a bordo y, si es necesario, volver a llevarlas a los puertos de partida”, señaló Désir.
Mogherini aseguró la semana pasada, al presentar una estrategia integral comunitaria sobre migración, que no se devolverá a las personas que sean rescatadas en el Mediterráneo antes de comprobar si tienen derecho al asilo.
No se comentó ayer sobre las cuotas de recepción de migrantes, planteadas por Mogherini y rechazadas por varios países.