Kiev. AFP y EFE. El Gobierno ucraniano reconoció ayer haber perdido el control de las dos regiones insurgentes del este prorruso, Donetsk y Lugansk, situación que amenaza con hacer abortar las elecciones presidenciales del 25 de mayo.
“ Sinceramente, al día de hoy las unidades policiales no son capaces de controlar la situación en dos regiones”, admitió el presidente interino de Ucrania, Olexandre Turchínov, durante una reunión con gobernadores y responsables de Seguridad y Defensa.
Estas exteriorizaciones las hizo el mandatario en medio de una declaración de ‘alerta máxima’ para intentar impedir una propagación de la insurrección prorrusa a otras regiones en la mira de Rusia.
“Las Fuerzas Armadas ucranianas se encuentran en estado de alerta total para el combate ante la amenaza de una intervención rusa”, manifestó Turchínov.
Expresó además temer actos de sabotaje de parte de Rusia durante las fiestas de comienzos de mayo.
Los Servicios de Seguridad Ucranianos (SBU) afirmaron ayer haber descubierto un grupo de saboteadores que preparaban un atentado para la fiesta del 9 de mayo que se conmemora tanto en Rusia como en Ucrania la victoria sobre la Alemania nazi en 1945.
“Los criminales se preparaban a cometer un atentado con explosivos en momentos en que los veteranos de guerra depositaran una ofrenda floral en el monumento de la Segunda Guerra Mundial en Mykolaiev”, según los SBU.
De su lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, y su primer ministro, Dmitri Medvédev, tienen programado visitar Crimea después del tradicional desfile militar previsto en Moscú ese mismo día.
Por otra parte, debido a la crisis que atraviesa el país, el Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó ayer un plan de ayuda crediticia por $17.000 millones en dos años para cooperar con Ucrania.
La ayuda del FMI está destinada a que Kiev cumpla obligaciones financieras, sobre todo con Rusia. Gazprom reclama a Kiev $2.200 millones por entregas de gas, mientras Moscú le exige otros $11.400 millones por atrasos en pagos.
Rebeldes. El panorama actual muestra que los activistas prorrusos han continuado extendiendo su dominio sobre ciudades del este de Ucrania, controlando sitios estratégicos como alcaldías, bases de policía y servicios de seguridad en más de 12 ciudade s. El Ayuntamiento de la ciudad de Gorlivka fue ocupado ayer por prorrusos.
El martes, 3.000 manifestantes favorables a Rusia ocuparon un edificio de la Administración Regional en Lugansk.
La suerte de los observadores de la OSCE (la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), retenidos por militantes prorrusos , bastión rebelde del este de Ucrania, sigue siendo incierta.
“En estos últimos días no percibimos signos alentadores de Slaviansk que indiquen que van liberar rápidamente a los inspectores”, declaró el embajador ucraniano ante la OSCE, Igor Prokopchuk.