KIEV. AFP. El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, propuso un diálogo a los rebeldes prorrusos que no estén involucrados en casos de asesinato ni tortura; sin embargo, los separatistas afirman que resistirán.
Poroshenko dio un discurso por televisión donde presentó su plan de paz apoyado por Moscú, tras haber decretado un alto el fuego de una semana a sus tropas que combaten desde abril a los insurgentes en el este del país.
Pero los intercambios de disparos seguían. Las tropas ucranianas decían recurrir a los disparos de artillería para repeler los ataque de los rebeldes, que rechazaron el alto el fuego provisional.
El presidente ruso, Vladimir Putin, manifestó su apoyo al plan de paz de Poroshenko, al tiempo que llamó a un diálogo sustancial entre Kiev y los rebeldes prorrusos. “Es importante que el diálogo entre las partes en conflicto se base en este plan de paz”, dijo.
“Están jugando a policía y ladrón, en ambos bandos”, comentó un experto político ruso llamado Kostantin Katachev.
Un jefe rebelde consideró que los esfuerzos de Poroshenko eran insignificantes mientras no incluyeran la retirada total de las tropas ucranianas en el este del país y que reconociera la independencia de los separatistas.
“Unos puntos de vista totalmente opuestos no serán una barrera a la participación en las negociaciones. Estoy dispuesto a conversar con aquellos extraviados que habrían adoptado por error posturas separatistas. Con la excepción, por supuesto, de aquellos implicados en actos de terrorismo, de asesinato o de tortura”, declaró el presidente Poroshenko.
El plan de paz fue desvelado hace unos días en la página de Internet de una televisión local. Pero no mencionaba un diálogo con los separatistas. Aludía simplemente a una amnistía para quienes entreguen las armas y no hayan cometido crímenes graves.
El plan de paz incluye la creación de una zona tapón de 10 km en la frontera entre Ucrania y Rusia y un corredor para los mercenarios rusos que les permita volver a su país una vez hayan entregado todas las armas.
Estipula también el fin de la ocupación ilegal de los edificios de la Administración Regional de Donetsk y Lugansk, controlados por los rebeldes, la organización rápida de elecciones locales y un programa para la creación de empleos en la región para mitigar la crisis.
También contempla la descentralización del poder y la protección del idioma ruso.
Oposición. Por su parte, los insurgentes mantienen una actitud negativa con el plan de paz y aseguran que continuarán con los enfrentamientos en el este.
“Estamos aguantando. Los ucranianos atacaron nuestras posiciones y los echamos atrás. Matamos a muchos . Ahora esperamos un nuevo asalto”, comentó Denis, al frente de unos 50 rebeldes prorrusos en una colina de Siversk, en el este de Ucrania.
“Los ucranianos disparan con morteros, con artillería y con carros de combate”, manifestó Denis, de 40 años.
La mención del alto el fuego unilateral de una semana anunciado el viernes por el presidente ucraniano, provocó una serie de insultos por parte de los combatientes que lo rodean.
Los rebeldes prorrusos fortalecieron su posición y cavaron unas trincheras y así continuarán con los enfrentamientos.