Kiev. AFP. Román Surjíkov, uno de los ucranianos que se presentó voluntariamente en un centro de reclutamiento militar de Kiev, pregunta, tímidamente, si se ha decretado la movilización. Se va después de recibir una respuesta negativa.
Por el momento, se ha convocado solo a una parte de los reservistas del Ejército ucraniano. Surjíkov, de 33 años, no forma parte de ellos, por lo cual se le pide que vuelva dentro de unos días para dejar sus datos.
Luego de varios días de afluencia, la oficina que tiene a su cargo a los reclutas dejó de atender a los voluntarios y cerró sus puertas hasta el jueves.
“Es obvio que está ocurriendo una intervención (rusa) en el territorio de Crimea y no se puede descartar que también haya otras en otras partes del territorio ucraniano”, declaró Surjíkov para explicar por qué se presentó al centro de reclutamiento. “En ese caso, quisiera participar en la lucha”, agregó.
Apuntados a la defensa. “No puedo decir que tenga ganas, pero si llega a haber una guerra, es mi deber. Hay que defender al país”, puntualizó, y dijo que Ucrania cuenta con “diez millones de hombres para tomar las armas”.
Kiev anunció el domingo la movilización de reservistas, considerando que había habido una clara “declaración de guerra” de Rusia, después de que hombres armados, considerados soldados rusos, rodearon instalaciones militares en la península de Crimea luego de que el Parlamento ruso aprobó una eventual intervención militar en Ucrania.
Pese a que no se trata de una movilización general, los medios de comunicación difundieron imágenes de gente haciendo fila delante de los centros de reclutamiento que registraron a centenares de voluntarios.
El Ministerio de Defensa se negó a revelar el número total de voluntarios, por considerarlo “una información secreta”.
Frente a la entrada del centro de reclutamiento de Kiev, Volodimir Bikovski, un reservista movilizado, fumaba un cigarrillo. Según él, desde el fin de semana han acudido personas que “vinieron mayoritariamente por iniciativa propia” y también hubo empresas que propusieron brindar apoyo, otorgando, por ejemplo, material informático al Ejército, que cuenta con seis veces menos efectivos que las fuerzas rusas y un material en mal estado.
“Obviamente, la gente tiene miedo, yo mismo tengo miedo. Pero hay que hacerlo, es nuestro deber”, agregó Bikovski.
“Es nuestro país y estamos dispuestos a defenderlo”, confirmó Dimitro Guerjan, de 42 años, tras dejar sus datos personales en la oficina del Ejército.