Kiev. AFP. Estados Unidos acusó ayer a Rusia de buscar un pretexto para invadir Ucrania, después que el presidente Vladimir Putin negó haber enviado tropas a esta exrepública soviética, sin descartar hacerlo en el futuro.
Durante una visita a Kiev, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, criticó con dureza a Putin.
“Creo que está claro que Rusia está trabajando duro para crear una excusa que le permita seguir invadiendo” Ucrania, expresó Kerry, tras reunirse con las nuevas autoridades del país, y advirtió de que Rusia podría quedar aislada.
“Si Rusia no decide frenar la escalada, nuestros socios no tendrán otra opción que unírsenos para seguir ampliando los pasos que hemos dado en los últimos días para aislar a Rusia política, diplomática y económicamente”, declaró.
Las fuerzas rusas controlan de facto la mayor parte de la península de Crimea , una república autónoma de Ucrania de población mayoritariamente rusófona y donde ancla la flota rusa en el mar Negro .
No son soldados rusos. Según Vladimir Putin, los comandos armados presentes en Crimea , que impiden que los soldados ucranianos salgan de sus cuarteles y además ocupan varios edificios oficiales, no son soldados rusos, sino grupos de “autodefensa”.
Saliendo de su silencio, Putin negó en una entrevista televisada la implicación de las tropas rusas y denunció un “golpe de Estado” contra el presidente Víktor Yanukóvich, el único “legítimo”.
Yanukóvich fue destituido el 22 de febrero luego de tres meses de protestas callejeras que se convirtieron en un enfrentamiento armado que dejó al menos 98 muertos.
Los ucranianos y los países occidentales temen una gran operación militar rusa en Ucrania, república exsoviética que se independizó en 1991, pero Putin aseguró que “no es necesaria, por el momento”.
Tampoco descartó completamente una intervención. “Esa posibilidad existe”, dijo Putin, y aseguró que Rusia se reserva el derecho de recurrir a “todos los medios necesarios” para proteger a a sus ciudadanos, en particular en Crimea, donde hay un 60% de rusos.
Horas después, el presidente estadounidense, Barack Obama, puso en duda las palabras del gobernante ruso y aseguró que sus declaraciones “no engañan a nadie”.
El lunes, Estados Unidos ya acentuó su presión sobre Rusia al romper la cooperación militar con Moscú y amenazó con nuevas sanciones, que podrían empezar “dentro de una semana”, según un funcionario estadounidense que viajó con Kerry a Kiev.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, manifestó, desde Túnez, que las amenazas de sanciones no cambiarán la posición rusa.
Moscú también quiere usar el arma económica en el conflicto y anunció el fin de las rebajas en el precio del gas que había acordado a Ucrania en diciembre.
Estados Unidos tiene previsto acordar una importante ayuda económica a Ucrania, incluidos $1.000 millones en el marco de un préstamo que negocia con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Además, la Unión Europea se comprometió a ayudar a Ucrania, al borde de la quiebra, a pagar su deuda de $2.000 millones con Rusia para pagar por el gas.
Cerca de 16.000 soldados, de los cuales al menos 5.000 llegaron en los últimos días, ocupan Crimea. Las fuerzas rusas controlan la mayor parte de puntos estratégicos, incluyendo navíos de guerra, cuarteles y edificios oficiales.
El martes por la noche, unos 20 soldados, con apoyo de manifestantes prorrusos, intentaron asaltar una base ucraniana en Evpatoria, donde suelen almacenarse misiles, indicó un responsable en el lugar, y explicó que hubo negociaciones con los soldados.
Ayer se vivió otro momento de tensión, cuando las fuerzas rusas que rodean la base ucraniana de Belbek lanzaron disparos de advertencia a los militares de Ucrania que intentaban acercarse, el primer incidente de este tipo.