Barcelona. AFP. El presidente regional de Cataluña, el independentista Artur Mas, declaró este jueves ante un juez por presunta desobediencia al impulsar en el 2014 una consulta sobre la independencia de esta región española, de la que se declaró “máximo responsable”.
“Me hago responsable de todo”, dijo en una comparecencia después de declarar ante el Tribunal Superior de Justicia regional, adonde acudió acompañado por su ejecutivo, parlamentarios nacionalistas y más de 400 alcaldes de la región.
Durante su declaración, el presidente se escudó en “la libertad ideológica y la libertad de expresión” por haber impulsado esa consulta, sin valor legal, celebrada el 9 de noviembre del 2014 a pesar de la prohibición de la Justicia española.
El tribunal “deberá juzgar si actuar como un demócrata equivale a actuar como un delincuente”, dijo Mas.
Enfrente del Tribunal había unos 3.000 militantes que recibieron a Mas como a un héroe cuando salió del edificio saludando con cuatro dedos de su mano derecha, símbolo de las cuatro franjas rojas de la bandera catalana.
“¡Todos somos Mas!” o "”Esto no es justicia, es inquisición!”, gritaban sus simpatizantes, cuyas movilizaciones fueron criticadas por el Poder Judicial como “un ataque directo y sin paliativos” contra la independencia de la Justicia.
El jefe de Gobierno español, Mariano Rajoy, en declaraciones desde Bruselas a los medios españoles, calificó de “absolutamente inaceptable” estas manifestaciones por “amenazar e intentar disminuir la Justicia”.
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Casualidad del calendario: la jornada coincidió con el 75. º aniversario del fusilamiento, por parte de la dictadura de Francisco Franco, del presidente catalán Lluís Companys , quien en 1934 había llegado a declarar un efímero Estado catalán, que duró pocas horas.
El propio Mas, acompañado por la alcaldesa de Barcelona, la “indignada” Ada Colau, acudió temprano al castillo de Montjuic en Barcelona para depositar unos ramos de flores donde su antecesor fue ejecutado en 1940. De madrugada, unos 300 independentistas habían celebrado una marcha de antorchas en su homenaje.
Mas es objeto de una querella por desobediencia, malversación, usurpación de funciones y prevaricación en la organización de esa votación sobre la independencia de esta rica región de 7,5 millones de habitantes.
De ser finalmente condenado, el líder independentista podría ser inhabilitado. “Tenemos el deber de ignorar cualquier decisión en este sentido”, advirtió el coordinador de su partido (CDC), Josep Rull.
Para Mas, acatarla o no dependerá de la “situación jurídica” de Cataluña, en una referencia implícita al éxito del proceso de secesión que quiere emprender con vistas a declarar la independencia en el 2017.
La investigación también concierne a su exvicepresidenta Joana Ortega y la responsable de Educación del ejecutivo regional, Irene Rigau, que declararon el martes.
Aquella consulta pretendió reemplazar al referendo férreamente rechazado por el gobierno conservador de Mariano Rajoy, pero fue prohibida por el Tribunal Constitucional, que consideró que el Ejecutivo regional no podía organizar una votación sobre una cuestión de repercusiones nacionales.
Unos 2,3 millones de personas habían participado en la consulta y un 80% apoyó la independencia.