Moscú. AFP. Rusia confirmó este martes que la caída de un avión ruso en el Sinaí egipcio –el 31 de octubre– fue provocada por una bomba , prometió “castigar” a los responsables y lanzó bombardeos masivos en Siria.
“No vamos a secar nuestras lágrimas. Esto nos marcará para siempre. Pero esto no nos impedirá encontrar y castigar a los criminales”, manifestó el presidente Vladimir Putin tras recibir el informe de sus servicios secretos que confirman la tesis de un atentado.
“Durante el vuelo, se activó un artefacto explosivo artesanal de una potencia equivalente a un kilo de TNT”, explicó el jefe del FSB, el principal servicio de seguridad nacional de Rusia, Alexandre Bortnikov.
“En consecuencia, el avión se desintegró en el aire, lo que explica por qué había partes del fuselaje en un radio muy amplio”, añadió Bortnikov.
Los servicios secretos rusos prometieron una recompensa de $50 millones a quien ayude a “identificar a los terroristas”, indicó un comunicado del FSB.
El atentado había sido rápidamente reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI), pero hasta ahora, Rusia había puesto en duda la tesis del atentado, que sí apoyaban Estados Unidos y Reino Unido.
Sin embargo, Egipto manifestó que su propia investigación no había determinado aún las causas de la caída del aparato, aunque, al mismo tiempo, decretó un aumento de las medidas de seguridad en sus aeropuertos.
“La acción militar de nuestra aviación en Siria no solo tiene que continuar, sino que hay que intensificarla para que los criminales se den cuenta de que el castigo es inevitable”, afirmó Putin.
La destrucción del Airbus A321 de la compañía rusa Metrojet, que iba de Sharm el Sheij, una localidad muy turística de la península egipcia del Sinaí, en dirección a San Petersburgo, es la peor catástrofe aérea de la historia del país y el peor atentado contra rusos en los últimos años.
Tras el atentado, Rusia suspendió todos los vuelos hacia Egipto y prohibió a la compañía egipcia Egypt Air volar a Rusia. Además evacuó a 80.000 turistas que todavía estaban en el país.
Rusia volvió a bombardear objetivos en Siria, pero ahora la novedad es la alianza declarada con Francia , que sufrió una cadena de atentados simultáneos el viernes que causaron 129 muertos.
Moscú hizo intervenir por primera vez bombarderos estratégicos de largo alcance, que despegaron de su propio territorio.
Francia también bombardeó Raqa el lunes y martes, pero su intención es forjar una gran coalición internacional.
El presidente ruso ya había pedido el lunes “unir esfuerzos en la lucha contra el mal , contra el terrorismo” en Antalya (Turquía), donde participaba en la cumbre del G20.
Desde finales de setiembre Rusia están llevando a cabo ataques aéreos casi a diario en Siria a petición del régimen del presidente Bashar al-Asad.