Barcelona
La más famosa arteria de Barcelona, las Ramblas, estaba repleta de miles de turistas bajo un radiante sol cuando una furgoneta irrumpió entre la multitud dejando al menos 13 muertos y decenas de heridos.
"Había cuerpos en el suelo, las personas los rodeaban. La gente lloraba", dijo P Xavi Pérez, vendedor de revistas a unos 100 metros de donde ocurrió el ataque.
Había muchos extranjeros en ese momento, añadió este hombre de 26 años.
Otro testigo narró que vio a un hombre correr desde Las Ramblas, en un incidente que pronto la Policía calificó de "ataque terrorista".
"Vi a un hombre correr por Las Ramblas perseguido por policías, y parecía llevar un objeto de metal negro. Parecía una pistola", declaróm el testigo, que solo dio su nombre, Sergio.
Otro hombre en el lugar manifestó a la cadena de televisión española TVE que vio al sospechoso
"Era una persona de unos veinte años, muy joven, pelo negro y cara delgada. Lo vi cuando paró la furgoneta. Estábamos muy cerca de todo", añadió.
Isa, un palestino de 55 años que lleva 30 años viviendo en Barcelona, estaba en ese momento saliendo de la Virreina, un museo que se encuentra junto a Las Ramblas, cuando oyó el estruendo.
Carreras, disparos... "Parecían disparos porque como (el vehículo) iba chocando contra los quioscos, los buzones, las tiendas... parecían disparos y al cabo de un rato vi la furgoneta", rememoró.
"Nosotros lo vimos y entramos corriendo de nuevo al museo", agregó, al tiempo que la Policía empujaba para dentro a otras personas que se encontraban en el paseo, y "entre unos y otros echábamos una mano a la gente que estaba llorando, sacamos botellas de agua de un almacén que había allí y tranquilizamos a la gente
Entre los turistas que paseaban por la avenida turística cuando empezó el horror también se encontraba Ammar Anwar, un famoso abogado de derechos humanos escocés quien viajó a la ciudad catalana para una conferencia.
"De repente, escuché un ruido de choque y todos en la calle empezaron a gritar", manifestó a Sky News, describiendo una escena de miles de personas presas del caos y el pánico.
"Vi a a una mujer que gritaba por sus hijos".
"En unos 30 segundos, se agolparon vehículos de Policía, ambulancias, policías armados, y fuimos apartados y luego empujados hacia atrás", agregó.
"Estábamos a 100 metros de Las Ramblas, de compras, y de repente hemos visto un coche de la Policía con la sirena, una estampida de gente, las tiendas cerrando y varios hombres que parecían policías de paisano corriendo hacia Las Ramblas", describió Joan Fumaz, de Barcelona.
"Enseguida supimos que había pasado algo. Nos hemos quedado en la tienda 10 minutos y al salir a Las Ramblas hemos visto 10 ambulancias, la gente que seguía corriendo. Era un caos", agregó.
A medida que la gente huía para salvar sus vidas, iban llegando más policías que acordonaban la zona.
Otra turista, Susan McLean, que estaba a unos 100 metros, indicó que fue terrorífico.
"De pronto, decenas de personas corrieron hacia nosotros, histéricas, niños llorando descontrolados. Todos ellos dijeron primero que habían matado a alguien".
"Se calmaron por un momento y de repente otra oleada de gente bajó por la calle. Nuestro hotel estaba una calle más allá, entonces nos pusimos a salvo", dijo a Sky.
"Pudimos ver a la policía, pudimos ver los vehículos" parados, añadió.
"La Policía hacía su trabajo. No sabíamos qué estaba pasando, solo que teníamos que salir de ahí rápido", agregó.
Tom Gueller, quien vive en una calle adyacente, huyó del lugar cuando vio que la camioneta atropellaba a la multitud.
"Escuché gritos y un ruido de choque y luego vi a la multitud separada por la mitad y a esa camioneta avanzando en medio de Las Ramblas y me di cuenta inmediatamente de que era un ataque terrorista o algo así", señaló a la radio BBC.
"Corrí, vivo cerca, tenía que correr unos 50 metros para llegar a mi apartamento y ver lo que pasaba desde mi balcón".
Interrogado sobre la furgoneta, destacó que "no frenaba para nada. Iba de frente en medio de la multitud de Las Ramblas".
Steve Garrett estaba en un mercado cercano y se refugió en una panadería con otras personas.
"Como vengo de Inglaterra, me acordé que era semejante a lo ocurrido en Londres, y por lo tanto estaba preocupado por lo que podría ocurrir después", comentó.
Llegaron policías armados. "Parecían rastrear el área del mercado. Parecían buscar a alguien. Iban muy cuidadosamente, con mucha precaución, puesto por puesto", concluyó.