Ankara
El parlamento turco comenzó este lunes a discutir un proyecto de reforma constitucional orientado a reforzar los poderes del presidente, Recep Tayyip Erdogan, que, de ser aprobado, debe ser ratificado en un referendo.
El texto, de una veintena de artículos, prevé transferir la mayor parte del poder ejecutivo del primer ministro al presidente de la República. Esta reforma podría permitir a Erdogan, elegido como presidente en 2014 luego de tres mandatos como jefe del gobierno (2003-2014), quedarse en el poder hasta 2029.
Esta sería la primera vez que se instaura un sistema presidencial en la república turca, que actualmente está regida por una constitución que data del golpe de Estado militar de 1980.
La posibilidad de que Erdogan obtenga más poder preocupa a sus opositores, que denuncian los excesos autoritarios del presidente, sobre todo desde el intento de golpe de Estado del 15 de julio.
Pero los dirigentes turcos afirman que es necesario un sistema presidencialista para garantizar la estabilidad en la cabeza del Estado, en un país que afronta problemas de seguridad y un estancamiento económico, al tiempo que lleva a cabo una ofensiva militar en Siria.
Si esta reforma es aprobada, el presidente podría cortar libremente los lazos con su partido, contando con facultades para nombrar y cesar a sus ministros, podría elegir si quiere uno o varios vicepresidentes y estaría facultado para emitir decretos.
El proyecto deberá obtener el aval de al menos 330 diputados (sobre 550) para poder ser sometido a un referendo. El gobernante Partido de la Justicia y Desarrollo (AKP) y la formación de derecha nacionalista MHP, que respalda la propuesta, suman 355 votos en el hemiciclo.
De ser aprobado en el parlamento, debe ser convocado el referendo en los 60 días posteriores, es decir a finales de marzo o principios de abril.
"Yo le voy a dar el sí al proyecto de ley de reforma constitucional y lo voy a volver a hacer en el referendo", anunció a principios de mes Devlet Bahçeli, líder del MHP.
La reforma genera fuertes resistencias en los partidos de oposición –prokurda (HDP) y kemalista (CHP, socialdemócrata)–, que acusan a Erdogan de aprovechar el estado de emergencia para sacar adelante la reforma.
Esta reforma devolvería al "palacio" los poderes que fueron retirados al sultán otomano hace un siglo, estimó Bülent Tezcan, diputado y vicepresidente del CHP.
"Esto marcaría la disolución de todo lo que nuestra república ha logrado", dijo, afirmando que este proyecto de reforma constitucional abre la vía a que haya una "dictadura de un solo hombre".
Esta reforma proyecta que se organicen de forma simultánea, en noviembre de 2019, elecciones legislativas y presidenciales. Entonces, el jefe de Estado será elegido por un mandato de cinco años, con posibilidad de reelección una vez.
Este cambio en la constitución implica volver a colocar en cero el contador de veces que Erdogan ha ocupado el cargo, por lo que le permitiría, si gana en 2019 y también cinco años después, gobernar hasta 2029.