Managua
La campesina nicaragüense Vilma Trujillo estuvo atada, sin comer ni beber agua y fue golpeada durante una semana antes del rito religioso que la condenó a la hoguera, revelaron testigos durante el juicio a un pastor al que las autoridades responsabilizan del crimen.
El pastor "nos dijo que no le tuviéramos amor, porque ese era el mero diablo, que debía quemarse hasta que quedara solo la cabeza", declaró el primo de la víctima, Roberto Trujillo, ante un tribunal penal de Managua durante el segundo día del juicio, que fue suspendido hasta la próxima semana.
El macabro ritual ocurrió entre el 15 y 21 de febrero en El Cortezal, un poblado remoto de la Mina Rosita, en el Caribe de Nicaragua.
Trujillo, de 25 años, murió el 28 de febrero en un hospital de Managua como consecuencia de quemaduras de segundo y tercer grado en todo su cuerpo tras estar expuesta a una temperatura de 400 grados, declaró el forense de Rosita, Ricardo Larios.
La hermana menor de Trujillo, Marlene, aseguró este miércoles que la vio amarrada en una hamaca. "No me dejaban que estuviera con ella y el pastor Juan Rocha dijo que no le hiciéramos caso, (porque) tenía un demonio".
Cuando Roberto Trujillo y su tío Catalino Trujillo, padre de Vilma, llegaron a la capilla para llevársela, la mujer estaba desnuda y había pasado más de cinco horas sobre las brasas. "Pujaba y no podía caminar", contó el muchacho con voz apenas audible.
Calzando botas de hule de faena, el padre de la víctima relató al tribunal que el pastor Rocha no le permitió ver a su hija durante los siete días que estuvo encerrada en la capilla y que cuando fue incinerada le dijo que ella se había quemado a sí misma.
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Las últimas palabras que el atribulado hombre escuchó de su hija fueron: "'Papá, tengo sed, deme agua', se tomó dos vasos de agua y se quedó sin hablar", según su testimonio.
En busca de ayuda médica, la campesina fue sacada de El Cortezal casi 12 horas después hasta el poblado más cercano que se encuentra a diez horas de camino a pie, relató el padre.
"Estos actos son de tortura (...) Vilma Trujillo fue golpeada y atada antes de ser quemada viva. Vilma Trujillo no murió, la mataron; no se quemó en un fueguito, la quemaron en una hogera", reaccionó en redes sociales Miurel Gutiérrez, activista de Gaviota, una ONG en defensa de los derechos de las mujeres.
El forense que realizó la autopsia explicó al tribunal que Trujillo recibió fuertes golpes con objetos contundentes, "infringidos mientras estuvo viva".
El juez Alfredo Silva suspendió el juicio hasta el 2 de mayo a fin de permitir llamar a nuevos testigos que la fiscalía considera claves para determinar la culpabilidad de los acusados.
El Ministerio Público acusa de secuestro y asesinato a Juan Rocha, pastor de la iglesia Visión Celestial, de las Asambleas de Dios, a sus hermanos Pedro y Tomasa Rocha, y a Franklin Jarquin y Esneida Orozco.
Sus abogados niegan toda responsabilidad de sus clientes y aseguran que fue la misma Trujillo quien se lanzó a la hoguera.
La fiscalía presentó como evidencias recuperadas en la escena del crimen un sostén quemado que era de la víctima, una cuerda y fotografías forenses con quemaduras de Trujillo en todo el cuerpo e imágenes del lugar de los hechos.