El Cairo
La fiscalía egipcia aseguró este lunes que, según sus investigaciones, la muerte de 36 presos islamistas cuando eran trasladado ayer a una cárcel al norte de El Cairo se produjo por la asfixia causada por la inhalación de gases lacrimógenos.
Según la agencia estatal de noticias Mena, las investigaciones que realizó la fiscalía de Al Janka, en el norte de El Cairo, revelaron que 612 detenidos, supuestamente miembros de los Hermanos Musulmanes, eran trasladados a la cárcel cuando se produjo un motín entre los presos cuando entraban en la prisión de Abu Zabal.
Al dirigirse un policía al vehículo para comprobar lo que sucedía, fue secuestrado por los detenidos que estaban dentro, quienes lo agredieron, según la fiscalía.
Cuando las fuerzas de seguridad intentaron liberar a su colega, lanzaron gases lacrimógenos, que supuestamente causaron la muerte de 36 de ellos por asfixia.
En una rueda de prensa hoy, los Hermanos Musulmanes negaron que los detenidos hubiesen muerto por asfixia, y acusaron a la policía de haberlos torturado y posteriormente prendido fuego para borrar las señales.
Por otro lado, el portavoz del Consejo de Ministros egipcio, Sherif Shauki, reiteró hoy su condena a la violencia y pidió a los egipcios someterse a la ley para allanar el camino a la aplicación de la hoja de ruta de la etapa transitoria.
"Egipto necesita cooperación y trabajo para conseguir un estado democrático en el que reinan la seguridad y la estabilidad" , destacó Shauki que añadió que el gobierno sigue con interés los actos realizados por grupos armados en distintas partes, de los que acusó a la Hermandad.