Caracas. AFP. El Parlamento de Venezuela, aún dominado por el oficialismo, nombró y juramentó este miércoles a magistrados del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), en un turbulento cierre de sesiones antes de que la oposición tome el control legislativo el 5 de enero .
“Aprobado por mayoría constitucional”, dijo el jefe parlamentario Diosdado Cabello, número dos del chavismo; luego, los diputados opositores abandonaron el hemiciclo para ausentarse de la juramentación.
Por segundo día consecutivo, la Asamblea Nacional sesionó de forma extraordinaria, con la designación de los 13 magistrados y 21 suplentes como punto central de agenda, un tema candente porque la oposición lo estima extemporáneo e irregular en jornadas maratónicas en víspera de Navidad.
“Este es un acto nulo de esta Asamblea moribunda”, gritó el diputado opositor William Dávila, a quien Cabello acusó de “inmoral” por “haber apoyado” el golpe de Estado contra Hugo Chávez en abril del 2002.
Los magistrados deben ser nombrados con mayoría de dos tercios, pero la ley habilita la designación en una cuarta sesión con mayoría simple, la cual tiene actualmente el oficialismo.
Dos sesiones fueron el martes y las otras dos este miércoles, todas con pocos minutos de diferencia. Una acción que la oposición tildó de “desesperada” y para los chavistas fue “constitucional”.
El legislativo también modificó este miércoles el Código de Ética del Juez, a fin de que el tribunal disciplinario de los jueces lo nombre el TSJ y no la Asamblea.
El TSJ es clave porque deberá dirimir las disputas que se avecinan entre el gobierno socialista de Nicolás Maduro y la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) .
“Tenemos un sistema judicial que es un instrumento político al servicio del Gobierno”, declaró el vocero de la MUD, Jesús Torrealba, quien afirmó que los magistrados juramentados son “fichas partidistas (...) dóciles”.
Por primera vez en 16 años de gobierno socialista, la oposición controlará el Parlamento y lo hará con mayoría calificada de dos tercios (112 de 167 escaños), lo que le permitiría remover funcionarios, buscar una salida anticipada del presidente, aprobar reformas económicas y una amnistía para presos políticos.
Choques. El presidente Nicolás Maduro anticipó que vetará la amnistía y que el chavismo responderá a la que llama la “Asamblea burguesa”, exhortando incluso a “rebelarse” ante ella.
“La confrontación es inevitable. Son dos modelos: el capitalista y el socialista”, advirtió Cabello desde la tribuna, en la caldeada sesión que concluyó con la grabación del himno nacional en voz del fallecido Hugo Chávez.
El conflicto político crece en una Venezuela agobiada con la inflación más alta del mundo y una escasez de productos básicos, lo que Maduro atribuye a una “guerra económica” de empresarios de derecha.