Buenos Aires
Una cumbre de presidentes del Mercosur que sesionará el miércoles en Paraná, en la rica pampa argentina, transferirá a Brasil la presidencia pro témpore del cuarto bloque económico mundial, con el desafío de sacarlo del pozo.
La presidenta brasileña Dilma Rousseff, asumirá el timón a orillas del río Paraná, a 500 Km al norte de Buenos Aires, en medio de una de las más ricas y fértiles llanuras de la Tierra, pero en uno de los peores momentos históricos de la unión creada en los años 90.
Para colmo Rousseff está bajo fuego por la investigación de fraude y sobornos en el gigante petrolero Petrobras.
Argentina y Brasil, los dos colosos de la asociación, atraviesan épocas de transición en lo político y están golpeados por la crisis internacional.
Venezuela, aún no integrado plenamente, sufre por los precios del petróleo. Uruguay y Paraguay, más pequeños, levantan su clamor para que se introduzcan cambios en sus normas de intercambio, al sentirse perjudicados.
Cada vez los países del emprendimiento sudamericano se venden menos productos entre sí. Las exportaciones en el interior del bloque bajaron del 16% al 13% del total entre 2010 y 2014, según estadísticas oficiales.