Bogotá. EFE El inédito duelo electoral femenino por la presidencia de un país latinoamericano que disputaron a fines del 2013 en Chile Michelle Bachelet y Evelyn Matthei puede repetirse ahora en Brasil, con Dilma Rousseff y Marina Silva como protagonistas.
La diferencia, si se cumpliera lo que dicen las encuestas, es que en Brasil no ganaría la candidata a la reelección, como ocurrió en Chile con Bachelet, que asumió en marzo un segundo mandato , después de haber sido gobernante durante el periodo 2006-2010.
Marina Silva, convertida en aspirante presidencial del Partido Socialista Brasileño (PSB) a raíz de la muerte del candidato Eduardo Campos en plena campaña para las elecciones del 5 de octubre, derrotaría en las urnas a la hoy presidenta Dilma Rousseff, según estudios de opinión.
Experiencia política. A diferencia de la conservadora Matthei, la ecologista Silva no es nueva en estas lides, pues en las elecciones del 2010, cuando se impuso Rousseff, fue candidata y quedó en el tercer lugar.
Cuatro años después volverá a competir con Rousseff y, según los resultados de las dos primeras encuestas en las que ha sido incluida, tiene grandes posibilidades de tomarse la revancha.
Aunque América Latina es una región donde hay un número significativo de mujeres que han llegado a la cima del poder, la tendencia no se da en todos los países por igual y hasta ahora solo ha habido un caso, el de Chile, donde las elecciones presidenciales se han dirimido entre dos candidatas.
Según un sondeo publicado este martes por el instituto brasileño Ibope, el 5 de octubre ninguno de los aspirantes logrará la mayoría necesaria, por lo que los dos con más votación, que serían Rousseff y Silva, pasarán a la segunda vuelta, fijada para el 26 de octubre.
En esta segunda instancia, Silva se impondría a Rousseff, con un 45% de los votos frente a un 36%.
La posible victoria de Silva ya fue revelada el 18 de agosto por la firma Datafolha, que registró en un sondeo que la ecologista obtendría en segunda vuelta 46% de apoyo frente a 43% de la hoy presidenta.
Los analistas pensaban que la encuesta de Datafolha estaba influida por la conmoción que causó la muerte de Campos en un accidente aéreo y que, pasadas las emociones, las cosas cambiarían.
Fuerza propia. La encuesta de Ibope prueba que estaban equivocados y que Silva, con su mensaje de cambio, ha calado en el electorado.
Silva representa a las fuerzas de la oposición después de tres gobiernos consecutivos encabezados por miembros del Partido de los Trabajadores (PT), dos de Luiz Inácio Lula da Silva y uno de Rousseff.
Rousseff y Silva tienen en común el haber sido ministras de Lula da Silva, la primera de Minas y Energía y la segunda de Medio Ambiente, y ambas chocaron en el gabinete por sus diferentes visiones sobre el desarrollo de la Amazonía, el “pulmón verde” del planeta.
Silva, nacida en el estado amazónico de Acre, dejó en el 2008 el Gobierno y también el PT, en el que militaba desde 1988, y se unió después al Partido Verde.
Entre tanto, Rousseff se ganó el padrinazgo de Lula, que la promovió como candidata del PT para las elecciones del 2010.
Silva era candidata a la vicepresidencia del PSB hasta que murió Campos.