Washington y Caracas. EFE y AP. El Congreso de Estados Unidos está un paso más cerca de aprobar sanciones contra el gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, después de que el pleno de la Cámara de Representantes aprobó ayer un proyecto de ley con tal fin.
El texto legislativo pretende sancionar a los funcionarios del Ejecutivo venezolano, supuestamente vinculados con la violación de derechos humanos durante las protestas que sacuden al país suramericano desde febrero.
Mientras la Cámara debatía la iniciativa, la dirigencia del chavismo gobernante denunció ayer la existencia de un supuesto plan de golpe de Estado y magnicidio contra Nicolás Maduro que estarían preparando opositores, y señaló a Kevin Whitaker, embajador de Estados Unidos en Colombia, de estar implicado en esas acciones.
La propuesta de ley, encabezada por la republicana Ileana Ros-Lehtinen, prohibiría la entrada a territorio estadounidense a una serie de individuos supuestamente relacionados con actos de represión durante las manifestaciones estudiantiles en Venezuela, y congelaría sus activos en Estados Unidos.
“Estamos aquí para condenar los abusos contra los derechos humanos que se están produciendo en Venezuela y terminar la crisis de su pueblo”, dijo la legisladora.
Antes de la aprobación a viva voz, el debate sobre el texto contó también con el apoyo del demócrata por Texas Joaquín Castro, así como de otros tres republicanos.
“Los ojos de este Congreso y la comunidad internacional están sobre Venezuela viendo cómo el presidente, Nicolás Maduro, y sus fuerzas de seguridad reprimen a los manifestantes pacíficos. Es una tragedia absoluta que 42 personas hayan muerto en las protestas en todo el país (...) ”, alegó Castro.
Para el demócrata por Nueva York Gregory Meeks, único en oponerse a la propuesta, consideró que “las medidas unilaterales de Estados Unidos no son la respuesta”.
El Senado cuenta con su propio proyecto de ley al respecto , liderado por el senador demócrata Robert Menéndez y el republicano Marco Rubio, el cual ya obtuvo el beneplácito del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta y tiene que ser sometido al pleno.
En caso de que el texto de los senadores también sea aprobado, deberá armonizarse con la propuesta de la Cámara de Representantes, y si se llega a un texto único, solo necesitaría la firma del presidente Barack Obama, para regir.
Mas la administración se ha mostrado reticente a inmiscuirse en la solución de la crisis venezolana, sobre todo desde que la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) se ofreció a mediar en el diálogo entre el Gobierno y la oposición, y no considera prudente, por ahora, echar mano a sanciones.
Complot en marcha. El oficialismo venezolano, por su lado, sostuvo el miércoles en Caracas que está en marcha un “ complejo plan ” dirigido a ejecutar un “golpe de Estado” y asesinar a Maduro y otros dirigentes oficialistas, y acusó a la exdiputada opositora María Corina Machado de estar implicada.
Como presuntas pruebas mostró algunos mensajes de correo electrónico que la excongresista supuestamente compartió con el excandidato presidencial y exgobernador del estado central de Carabobo, Henrique Salas Romer, el opositor Diego Arria y el exdiputado socialcristiano y profesor universitario Gustavo Tarre Briceño.
En una de esas comunicaciones, en marzo, Machado habría mencionado al embajador Whitaker . El diplomático estadounidense “me reconfirmó el apoyo e indicó los nuevos pasos. Contamos con una chequera más fuerte que la del régimen para romper el anillo de seguridad internacional que ellos mismos han creado”.