Quito
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, inició el jueves su noveno año de gobierno socialista, amenazado por la posibilidad de una crisis económica y con una oposición que desesperadamente busca evitar su reelección hasta el 2021.
El mandatario, un economista de 51 años con un 65% de popularidad, celebró bajo la consigna "8RC" sus ocho años de "Revolución Ciudadana" en la universidad científica Yachay, en la localidad andina de Urcuquí (85 km al norte).
"Celebramos estos ocho años de transformaciones profundas que nos han permitido reconstruir nuestra patria", dijo Correa ante decenas de estudiantes, y agregó que el país empieza una nueva etapa: la revolución del conocimiento e innovación para desarrollar el talento humano, la ciencia y tecnología.
En su discurso de unos 35 minutos, el gobernante enfatizó que "viene un año muy difícil" y que no van "a fracasar" luego de superar tiempos duros como en en el 2009, cuando el precio del barril de crudo ecuatoriano cayó a 24 dólares al agudizarse la crisis mundial.
El miércoles, Correa repasó los "shock externos" que deberá enfrentar Ecuador en el 2015, como la drástica baja de la cotización mundial del petróleo, su principal producto de exportación, y la apreciación del dólar, divisa utilizada en el país desde el 2000.
El gobierno ya anunció el 5 de enero un recorte de 3,91% en el presupuesto estatal debido a la debacle petrolera. Las autoridades preveían para este año un precio de 79,7 dólares, pero el barril de WTI, referencia para el país, cerró este jueves en 46,25 dólares.
Ecuador, el miembro más pequeño de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), vendió 76% de su producción de 556.000 barriles diarios entre enero y noviembre del 2014, y la cotización fue de 61,59 dólares ese último mes frente al de 95,63 dólares de todo el 2013.
Crecimiento en veremos. Para Alberto Acosta Burneo, consultor del grupo Spurrier de análisis económico, por todo esto "no se va a lograr" el crecimiento del PIB de 4,10% previsto para el 2015.
"La única opción para que se logre ese crecimiento es que se consiga todo el financiamiento requerido", dijo a la AFP.
Correa acaba de obtener créditos de China por 7.500 millones de dólares, pero necesita más fondos para impulsar las obras previstas.
Con un sombrío panorama en lo económico, Correa también afronta lo que denomina una "derecha conservadora" que, según él, pretende desestabilizar a su gobierno, el que más ha durado tras una década en la que el país llegó a tener siete mandatarios, tres de ellos derrocados.
Relección en la mira. La debilitada oposición trata de cerrar el paso a un plan en marcha del oficialismo, que controla el Congreso, de hacer enmiendas constitucionales para establecer la reelección indefinida, lo que de darse en el 2015 habilitaría a Correa para los comicios del 2017.
"En el plano político, se van a intensificar las tendencias personalistas del modelo, conforme se acerca el fin de su mandato", lo cual "conllevará la radicalización de ataques a la oposición", dijo a la AFP Manuel Alcántara, catedrático de la Universidad de Salamanca, España, y estudioso de la realidad ecuatoriana.
Sin embargo, el experto consideró que posibles problemas financieros generarían dificultades para la reelección de Correa, quien a su vez rechaza que quiera perpetuarse en el poder.
"No tengo la menor intención de continuar. Pero, insisto, tampoco podemos permitir que el pasado vuelva", dijo Correa el miércoles, sugiriendo su posible postulación en caso de darse las enmiendas constitucionales.
Según el analista político ecuatoriano Daniel Montalvo, el proyecto de extender el período de la "Revolución Ciudadana" tiene muchas posibilidades de triunfar.
La oposición hará intentos "pero nada lo suficientemente fuerte que le impida lograr su objetivo" al gobierno, señaló a la AFP este docente de la Universidad Vanderbilt en Estados Unidos.
Correa festejó el octavo aniversario de su gobierno en la emblemática universidad Yachay, donde el jueves se inauguró una feria internacional de científicos y emprendedores.