Río de Janeiro
Con la poderosa máquina del PT al rojo vivo y una sofisticada campaña, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, consiguió despegarse de su rival socialdemócrata Aécio Neves y es otra vez la favorita a dos días del balotaje.
Como cada voto cuenta en este Brasil dividido entre quienes buscan mantener al Partido de los Trabajadores en el poder y quienes ansían un cambio tras numerosos escándalos de corrupción y un crecimiento anémico, la campaña ha sido sangrienta, llena de ataques personales y fuertes acusaciones éticas.
La revista opositora Veja publicó el viernes una edición adelantada con el supuesto testimonio a la justicia de Alberto Yousseff, uno de los acusados de intermediar en un esquema de sobreprecios de contratos en la estatal Petrobras destinados a financiar al PT y sus aliados, según denuncias de los acusados filtradas a la prensa.
Yousseff está preso desde marzo y dijo a la justicia que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva Lula (2003-2010) y su protegida política Dilma Rousseff "sabían todo", según Veja.
Pero el abogado de Yousseff dijo que no puede confirmar la declaración, y Rousseff acusó a Veja de practicar "terrorismo electoral".
"Los brasileños darán su respuesta a la revista Veja y sus cómplices en las urnas, y yo daré mi respuesta en la justicia", aseveró la presidenta y candidata a la reelección.
El Partido de la Socialdemocracia (PSDB) de Neves anunció, por su lado, que pedirá a la fiscalía general "profundizar las investigaciones" sobre la corrupción en la mayor empresa brasileña (y una de las mayores del mundo).
Rousseff ha intentado generar el mayor rechazo posible a Neves, un economista de 54 años fiel producto de la élite política brasileña, exsenador y exgobernador, al cual Lula se refiere como un "hijito de papá".
Neves dice que contraataca en defensa propia. Ha tachado a la exguerrillera de 66 años de "mentirosa", "connivente" con los desvíos de dinero en Petrobras, o de "incompetente" para manejar el país.
En las redes sociales surgieron humorísticos memes con otras "últimas portadas" de Veja: "El Titanic era comandado por el tatarabuelo de Lula, Dilma lo sabía", dice uno. "Lula quería el fin de los Beatles", dice otro.
Ambos bandos se han acusado mutuamente de utilizar métodos de propaganda nazis, y la justicia electoral ha tenido que suspender propagandas de uno y otro lado para minimizar los golpes bajos.
La estrategia de Rousseff es la que ha sido más exitosa: tiene un 53% de las intenciones de voto, mientras que Neves tiene 47%, según el último sondeo Datafolha. Ibope otorga ocho puntos de ventaja a la presidenta, con 54% contra 46% para su rival.