Brasilia
La presidenta brasileña Dilma Rousseff, amenazada por un juicio de destitución, acusó el martes de "traición" a su vicepresidente Michel Temer, tras la filtración de un discurso en el que este ya se preparaba para sucederla.
Esa filtración "revela una traición hacia mí y hacia la democracia, de ese jefe conspirador que tampoco tiene compromisos con el pueblo", proclamó Rousseff en una reunión sobre educación en el Palacio presidencial de Planalto.
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"Vivimos tiempos extraños y preocupantes. Tiempos de golpe de Estado, de farsa y de traición", afirmó Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), acusando a Temer de ser "uno de los jefes de la conspiración".
Temer divulgó el lunes, involuntariamente según adujo, un audio en el que daba por hecha la aprobación en la Cámara de Diputados el próximo domingo de una moción de juicio político de Rousseff, acusada de manipulación de las cuentas públicas.
En ese discurso, el dirigente del partido centrista PMDB llamaba a formar "un gobierno de unidad nacional" para "pacificar" al país y sacarlo de la recesión económica a la vez que prometía respetar las "conquistas sociales" obtenidas durante los gobiernos de Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) y de Rousseff.
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"Ayer quedó claro que existen dos jefes del golpe, que actúan en conjunto y de forma premeditada", dijo Rousseff, apuntando sus dardos igualmente contra el presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, que promueve activamente su destitución.
"Utilizaron la farsa de la filtración para difundir el orden del día de la conspiración. Ahora conspiran abiertamente, a la luz del día, para desestabilizar a una presidenta legítimamente electa", afirmó.