Caracas
La polémica elección de jueces del Tribunal Supremo de Justicia se sumará esta semana a los temas de confrontación entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, tras los comicios legislativos del 6 de diciembre, sobre los que el chavismo ha denunciado fraude, y en plena víspera de la Navidad.
La mayoría parlamentaria afín al Gobierno del presidente Nicolás Maduro, que cesará funciones el 4 de enero para que al día siguiente asuma una mayoría opositora, convocó este domingo a cuatro sesiones extraordinarias el martes y miércoles próximo para nombrar a jueces.
En horarios matutinos, vespertinos y nocturnos la saliente Legislatura designará en estas cuatro sesiones a nuevos magistrados del Supremo, algo que la mayoría parlamentaria opositora esperaba definir una vez juramentada, el próximo 5 de enero.
El actual presidente del Legislativo, el diputado oficialista Diosdado Cabello, ha repetido desde que la oposición ganó las legislativas el 6 de diciembre que la mayoría progubernamental cumplirá su agenda hasta el fin de su mandato, el 4 de enero.
Ese día juramentará a los magistrados del Tribunal Supremo, que serán elegidos por diputados convocados para ese efecto después de que un grupo de exjueces de la oposición anunciara que los 382 aspirantes serán impugnados ante el Comité de Postulaciones del Parlamento.
La impugnación busca que sea revisada la hoja de vida de cada candidato a juez para determinar si cumple con los requisitos constitucionales.
Con ello la oposición pensaba ganar tiempo y dilatar el asunto, pero la convocatoria chavista para elegir a los jueces al parecer neutralizará tal empeño.
La confrontación se agudizó tras definirse en las urnas hace dos semanas que la oposición liderará el Parlamento desde el próximo 5 de enero, con 112 escaños frente 55 de los oficialistas.
Tras ese triunfo, el líder opositor preso Leopoldo López dijo que ahora se debe buscar anticipar "constitucionalmente" la salida de la presidencia de Nicolás Maduro, en una entrevista publicada en diez países por el Grupo de Diarios América.
"Hay que salir por la vía constitucional de este desastre lo más pronto posible" y "avanzar", después de que los venezolanos escribieran "un nuevo capítulo glorioso en nuestra historia al doblegar a una dictadura a través de los votos", declaró López desde la cárcel militar próxima a Caracas donde está recluido hace 22 meses.
El candidato opositor en las dos últimas presidenciales, Henrique Capriles, que se distanció de López cuando este impulsó "las guarimbas" (barricadas) que ahora lo tienen tras las rejas, opinó el domingo que la confrontación política debe menguar.
"La situación del país reclama a quienes ejercemos funciones de Gobierno sensatez y responsabilidad. Venezuela está en emergencia y no podemos perder tiempo en una confrontación política. Es momento para el diálogo nacional", escribió en su columna dominical el también gobernador del estado Miranda, que abarca parte de Caracas.
Capriles recordó que la inflación "se salió de control" y este año cerrará en "más de 200%", y cifró "la escasez en alimentos" en 50% y en 90% en "algunas líneas de medicamentos".
Frente a ello, dijo que los parlamentarios opositores asumirán dentro de dos semanas "para aportar soluciones, para hacer valer los derechos de los venezolanos y reivindicar beneficios sociales".
Pero paralelamente, añadió, Maduro debe abandonar el discurso belicoso y las prácticas "abusivas" que le atribuye a la par de una inacción en la concreción de correctivos económicos.
"El pueblo exige que mientras estés allí te dediques a solucionar los problemas y a tomar el camino para salir de la crisis y no que te reserves una partida de 90 millones de dólares para viajes y viáticos en el presupuesto de 2016", agregó Capriles dirigiéndose a Maduro.
"¿Cuál es el plan para mantener a flote el país con los precios del petróleo cayendo -está ya en 29 dólares el barril- y con el aparato productivo prácticamente paralizado e importando casi todo lo que comemos? Hasta ahora, ninguno", aseguró.