Caracas. EFE, AP y AFP. Venezuela se mantuvo ayer en tensa calma después de los hechos de violencia del miércoles que dejaron tres muertos y más de sesenta heridos, sucesos de los que el chavismo acusa a opositores mientras desde las tendencias contrarias al Gobierno se llama a la paz.
La capital venezolana retornó a su ritmo normal de actividades aunque en algunos puntos se observaron algunas pequeñas manifestaciones, en desafío a la advertencia del presidente Nicolás Maduro de que sería detenido todo aquel que saliera a marchar sin permiso.
Unos mil estudiantes realizaron una caminata por el próspero municipio Chacao, donde se produjeron el miércoles los disturbios luego de la sangrienta reyerta en el centro de la capital, donde falleció baleado un estudiante, uno de los tres fallecidos ese día.
El principal señalado por el Gobierno de planificar los actos de violencia es el dirigente del partido Voluntad Popular (VP) Leopoldo López, que tiene ya una orden de arresto, según información del diario El Universal.
López está “en su casa, con sus abogados. Está en Venezuela , se queda en Venezuela y va a dar la cara porque no tiene nada que temer, porque va a seguir protestando en la calle”, anunció Carlos Vecchio, dirigente del VP.
Vecchio explicó que los fiscales y jueces han “confirmado extraoficialmente” la orden de captura y que los abogados acudieron a tribunales para conocer la medida judicial, pero no obtuvieron respuesta.
López es uno de los tres dirigentes que impulsan ocupar las calles bajo la consigna “La salida” para oponerse al gobierno, que ganó las presidenciales de abril y obtuvo mayor margen en las municipales de diciembre.
Los otros dos son el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, y la diputada María Corina Machado, que goza de inmunidad parlamentaria.
La táctica de protestas en la calle ha sido calificada como golpista por el gobierno, pero incluso genera reticencias en el seno de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), entre ellos el excandidato presidencial Henrique Capriles.
“Nosotros elegimos el camino más largo, a algunos no les gusta, pero es el camino seguro”, dijo Capriles, que repudió los incidentes y salió al paso de quienes lo cuestionan por su supuesta actitud pasiva frente al Gobierno.
La mayoría de la población venezolana no pudo ver los incidentes el miércoles ya que una ley sancionada años atrás bajo el chavismo prohíbe a las televisoras la difusión de imágenes de violencia.
El canal colombiano de noticias NTN24, que emite desde Bogotá y otorgó gran cobertura a los hechos de violencia, fue sacado de las parrillas de las dos redes de televisión por cable que lo distribuían en Venezuela.